Cualquier modificación en la rutina, como un cambio de horario o unos periodos vacacionales, tienen un impacto en nuestro cuerpo: alteramos las rutinas alimentarias, podemos salir más o excedernos en las comidas o cambiar las horas en que vamos a dormir. Todo esto puede traducirse en episodios de estreñimiento, especialmente para las personas que tienen predisposición a ello.
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