Uno tiene la impresión de que las demandas del nacionalismo catalán, incluyendo el intercambio mercantil que rodea la investidura de Salvador Illa, nos devuelve al año 1892. En concreto, a unas 'Bases para la Constitución Regional Catalana', conocidas popularmente como Bases de Manresa, impulsadas por Unió Catalanista –un conjunto de asociaciones que se crea en 1891 como respuesta al artículo 15 del Código Civil español que atentaba contra el derecho catalán: el agravio, siempre el agravio- en donde aparecía el embrión del empeño estatal catalanista. En las 16 Bases se lee, entre otras reivindicaciones, que «la lengua catalana será la única que podrá usarse con carácter oficial en Cataluña», que «sólo los catalanes, tanto los de nacimiento como los que... Ver Más
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