El 5 de noviembre, Estados Unidos vive una jornada decisiva con la celebración de sus elecciones presidenciales . En la contienda, que enfrenta al expresidente Donald Trump y a la candidata demócrata Kamala Harris , las elecciones no solo representan un contraste de visiones políticas, sino también de trayectorias personales. Antes de entrar en la política, ambos desarrollaron sus carreras en campos distintos, Trump en los negocios y Harris en el sistema judicial. En particular, Kamala Harris , quien se presenta como candidata del Partido Demócrata, tuvo una carrera destacada y a veces controvertida como fiscal en California antes de ascender en la política nacional. Kamala Harris comenzó su carrera en la Fiscalía del Condado de Alameda , California, en 1990, donde se enfocó en casos de agresiones y abusos sexuales . Más tarde, en 2004, fue elegida Fiscal de Distrito de San Francisco , convirtiéndose en la primera mujer y la primera persona afroamericana en ocupar el cargo . Según 'The Marshall Project', en esta posición, Harris implementó políticas innovadoras , como el programa 'Back on Track', un proyecto de rehabilitación que ofrecía formación laboral y apoyo a delincuentes en su primer delito en casos no violentos relacionados con drogas, en lugar de enviarles a prisión . Este enfoque, que combinaba castigo con rehabilitación, redujo la reincidencia entre los participantes a un 10% , en comparación con el 50% promedio en el estado, y ganó reconocimiento como una gran iniciativa progresista en materia de justicia penal . En 2010, Harris dio un paso más al ser elegida Fiscal General de California . En ese sentido, tal y como reveló 'The Marshall Project', su labor en este cargo estuvo marcada por decisiones controvertidas y algunos logros importantes . En 2012, cuando se negoció un acuerdo nacional con bancos por sus prácticas hipotecarias fraudulentas, donde Harris rechazó una oferta de 4 mil millones de dólares , argumentando que era insuficiente para las víctimas de la crisis financiera en California. En lugar de aceptar, logró asegurar una compensación de 25 mil millones de dólares para el estado, un logro que ha mencionado frecuentemente en su campaña como muestra de su capacidad para desafiar a las grandes corporaciones . Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por decisiones que generaron multitud de críticas . Uno de los casos más controvertidos fue su posición en temas de reforma penal . Aunque Harris se presentaba como una «fiscal progresista», algunos señalaron que adoptó posturas más cercanas al conservadurismo . Por ejemplo, según reveló el New York Times, en 2014 la Oficina de la Fiscal General que dirigía Harris se posicionó en contra de una sentencia judicial que exigía liberar prisioneros en California debido al hacinamiento , postura que justificó afirmando que, como fiscal, debía representar los intereses del estado independientemente de sus convicciones personales . Uno de los momentos más complicados de su carrera como fiscal se produjo en el caso de Kevin Cooper , un hombre en el corredor de la muerte que pidió pruebas de ADN para demostrar su inocencia. Los Angeles Times manifestó que la oficina de Harris inicialmente se opuso a estas pruebas , aunque años después, ella misma respaldó la realización de las mismas tras presiones públicas y artículos que evidenciaban posibles irregularidades en el caso . Además, su enfoque en los derechos de los presos LGTBIQ+ generó una gran controversia cuando su oficina defendió la negativa a proporcionar cirugías de reafirmación de género para presos transgénero en las cárceles estatales. Sin embargo, tal y como señaló el Washington Post, Harris trabajó en silencio para cambiar esta política, logrando que finalmente fuera revisada y, en algunos casos, revertida .
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