Aeroponía, el futuro de la agricultura está en el aire

La aeroponía es una técnica innovadora de cultivo que consiste en hacer crecer plantas sin utilizar tierra. Las raíces de las plantas cuelgan en el aire, donde reciben una neblina fina de una solución nutritiva rica en agua y minerales. La diferencia con la hidroponía estriba en el consumo de agua: los sistemas aeropónicos la utilizan en menor medida que los hidropónicos, pues las raíces solo están expuestas de manera intermitente a la solución nutritiva. Otra ventaja de los sistemas aeropónicos es que normalmente requieren menos espacio que los hidropónicos. Aeroponía e hidroponía configuran lo que algunos expertos denominan agricultura del futuro, por su menor demanda de agua (hasta un 95% de ahorro) y espacio porque los productos pueden ser apilados. Aparte de agua, solo necesitan sales minerales y luz (que puede conseguirse con led). Las verduras y las frutas obtenidas pueden resultar tan nutritivas como las que se cultivan en el suelo. Además con respecto a la agricultura extensiva, no se utilizan herbicidas o pesticidas. La NASA trabaja con sistemas aeropónicos e hidropónicos de agricultura vertical para misiones en el espacio y futuras estancias en la Luna o en Marte. Un ejemplo a gran escala de este método para futuras aventuras espaciales se encuentra en las instalaciones de Emirates Bustanica, en Dubái, la granja vertical más grande del planeta. Su extensión abarca 30.658 metros cuadrados y produce al año un millón de kilos de productos como lechuga, espinaca, perejil y col rizada. Enkitek es una startup con tres años en el mercado que ofrece tecnología para automatizar y monitorizar cultivos de Indoor Farming, incluyendo sistemas aeropónicos. La compañía se adapta a las necesidades específicas de cada cliente y brinda soluciones personalizadas. Su CEO, Víctor Cantón Ferrer, explica que el principal enfoque de Enkitek es «aportar tecnología como una ayuda a la agricultura, no como un reemplazo». Una solución que aplican a distintos sistemas, aclara: «Nos definimos como parte del sector de agricultura sin suelo , donde existen diferentes tipos. La técnica concreta que se utilice nos da igual mientras no se use suelo fértil; por tanto, puede ser tanto un invernadero que aplique la aeroponía como una granja vertical completamente indoor». No existe ningún cultivo más propicio para esta tecnología, según Cantón: «Nuestro caso de uso está hecho de tal forma que podemos cultivar fresa, dátil, manzana o pimiento». La inteligencia artificial y la robótica están revolucionando los sistemas aeropónicos, aunque «solo estamos trasladando tecnología que ya se ha desarrollado de forma efectiva en la agricultura tradicional a un sector con mucho futuro que pretende ser una solución al problema de la seguridad alimentaria», dice. «Ahora mismo no está escalando lo suficientemente rápido», añade. La compañía aplica la IA en tres líneas de producto: digitalización, conectividad y automatización. Con la digitalización automatizan la operativa en las tareas que realiza la gente para mejorar la toma de decisiones. La conectividad es la parte del internet de las cosas (IOT) para conectar las granjas con sensores . Aquí se utilizan las cámaras para detectar plagas, actualizar la previsión de la producción o comprobar si el proceso está siendo correcto. Por último, en la automatización se incluye la robótica. «Para aplicar la IA lo único que necesitamos es información. Lo que procuramos es entender el caso de uso, el cultivo que tenemos que tratar, si hay que realizar un modelo nuevo para ese cultivo en concreto», apunta. La empresa desarrolla su propio software y utiliza el hardware que más convenga. Sobre la teoría que algunos expertos esgrimen en el sentido de que los cultivos aeropónicos e hidropónicos pueden servir a paliar el hambre en el mundo, el CEO de Enkitek sostiene que «la agricultura sin suelo representa una parte muy pequeña del pastel, aunque todo lo que signifique ayudar a la alimentación de los habitantes del mundo tendrá su importancia». Fundada en 2018 por Carlos Gómez, Alessandro Calcagno y Joaquim Bas, Groots Hydroponics se dedica al cultivo vertical y en entorno controlado. En la actualidad, la compañía está centrada en la producción para supermercados en su granja de Martorell (Barcelona). Bass, el responsable de Ventas, relata que la empresa nació para dar «una solución a los problemas de sostenibilidad de la agricultura de siempre». «Entonces poníamos el acento en la parte tecnológica», indica. Los productos con los que trabaja son hierbas aromáticas (albahaca, menta, cilantro, cebollino, perejil, romero y tomillo) y vegetales de hoja verde (lechugas, rúcula y canónigos). La previsión es comenzar a cultivar frutos rojos el próximo año y poder competir con la agricultura de invernadero o tradicional. Groots combina tres técnicas en su proceso: cultivo sin tierra y con recirculación de agua con nutrientes; vertical, en torres de hasta 4 metros de altura, con más capacidad productiva que las estanterías horizontales y con mayor facilidad para reducir el calor; y en entorno controlado de temperatura, humedad, emisiones e iluminación. El propósito es conceder a las plantas las condiciones idóneas para su crecimiento sin los posibles efectos adversos de la climatología que tanto influye en la agricultura tradicional. Utiliza la IA, sobre todo en sensórica, y prioriza la innovación en la iluminación. Señala Bas las variaciones de los distintos sistemas que pueden ser utilizados: «Está el cultivo aeropónico; el cultivo en NFT, que sería más parecido al nuestro, que es el que hace que las raíces estén en contacto con el agua con nutrientes, pero corriendo; y otro en el que tú sumerges directamente las raíces en una piscina». La compañía combina la técnica de la aeroponía con el NFT, donde una película fina fluye por los pequeños canales en los que se hallan los elementos radiculares. «El agua dispersa permite que a las raíces les puede llegar más oxígeno que esté más ventilada», expone. Una de las principales características del proceso es su apuesta «desde el principio por el cultivo en torres por su ventaja a nivel de optimización de espacio (caben más plantas por metro cuadrado) y también en cuanto a destrucción de gases», afirma Bas. La diferencia estriba en que el procesado se realiza con estanterías en horizontal, con maquinaria propia de la agricultura convencional. «Así no tenemos que implementar robots para la automatización vertical, asunto que ha perjudicado el desarrollo de empresas de agricultura vertical en Europa y Estados Unidos por la elevada inversión que requiere», comenta. Otra empresa española de ingeniería e innovación de este ámbito es Vertical Green, pionera en el desarrollo de sistemas aeropónicos de alta eficiencia para la producción agrícola especializada en entornos controlados. Está en posesión de la patente de RHPA (Rotating High Pressure Aeroponic System).

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