‘Alegría’, el nuevo espectáculo del Circo del Sol cuenta la lucha por un mundo nuevo

En Alegría. Bajo una nueva luz 55 acróbatas, trapecistas, malabaristas y artistas del circo en general se compenetran al milímetro para contar la historia de todos los tiempos: el poder de la esperanza ante la lucha del viejo orden que se resiste a morir y la juventud que puja por el cambio. En este espectáculo del Circo del Sol, que tendrá lugar en su Gran Carpa ubicada en la Casa de Campo, cerca de Puerta del Ángel, miles de personas podrán admirar los números renovados, acompañados de nuevo vestuario y música.

“Nuestra idea es atraer a aquellas nuevas generaciones porque seguimos pensando que nuestra principal misión y lo que nos diferencia es la capacidad que tenemos de hacer sentir en el público”, relata Rachel Lancaster, directora artística del espectáculo. Ella lleva 13 años trabajando con el circo y es la responsable de que ningún detalle se salga de lo planificado una vez subidos en el escenario. “Tengo un amplio equipo con el que trabajo gracias al que cada noche los artistas dan lo mejor de sí mismos”, introduce.

'Alegría. Bajo una nueva luz' en Sevilla. (Foto: Europa Press).

Por el momento, la nueva versión de este show ya ha recorrido 14 ciudades de seis países diferentes, recibiendo los aplausos de seis millones de personas. Desde el 4 de diciembre hasta el 16 de febrero de 2025 será el turno para Madrid, plaza que no es nueva para Lancaster, ya que en la capital dirigió su primera exhibición en la Gran Carpa que acompaña a la compañía. Además, ‘Alegría’ fue la primera representación que el Circo del Sol trajo a España, en 1998.

Muchas cosas han cambiado desde que este show se ideara hace tres décadas. De ahí que la reimaginación artística aplicada por la propia Lancaster haya jugado un papel esencial en la confección del espectáculo. Personajes como el Sr. Fleur, los aristócratas, los Bronx, los ángeles, los payasos, las ninfas y cantantes que encarnan las emociones de lo que acontece a modo de narradores llevarán a cabo números circenses clásicos, pero también nuevos. Entre ellos, juegos de barras acrobáticas, trapecio sincronizado, cuchillos de fuego, telas aéreas, hula hoops, equilibrios sobre mano y contorsión, trapecio volante y malabares.

Música y escenografía de un mundo fantástico

Tampoco pasa desapercibida la banda sonora que la acompaña. Compuesta por René Dupéré, combina una gran variedad de géneros e influencias de todo el mundo, moviéndose entre el jazz, el pop, el tango y el klezmer.

Para subrayar la riqueza de estas melodías, ahora, este espectáculo revisita la partitura original a través de nuevos y modernos arreglos que mezclan sonidos electrónicos y rock con elementos acústicos y orquestales. Además, en cada representación la música es interpretada en directo por una banda compuesta por cinco músicos: teclista, acordeonista, violonchelista, batería y bajista. Dos poderosas vocalistas principales, la Cantante de Blanco, soprano, y la Cantante de Negro, mezzo, unen sus voces para que las canciones emblemáticas del espectáculo resuenen en su forma renovada.

En cuanto a la escenografía, ha apostado por transformar la Gran Carpa en la corte real de un reino atemporal que ha tenido épocas mejores. El decorado es una evocación de la arquitectura del poder, tanto del pasado como del presente y está inspirada en la artesanía y la orfebrería a gran escala en un entorno contemporáneo.

'Alegría. Bajo una nueva luz' en Sevilla. (Foto: Europa Press).

El vestuario y el maquillaje empleado por los artistas también juega un papel crucial a la hora de que el espectador se introduzca en la historia que se relata. En total, en cada actuación se utilizan 120 trajes y más de 600 elementos de vestuario diferentes. Cada traje se adapta al cuerpo del artista y se confecciona a mano.

En este sentido, resalta el cuidado y esmero que los artesanos pusieron en el traje del Sr. Fleur, que contiene cinco metros de cable eléctrico y al que dedicaron unas 300 horas. En total, 55 artistas llegados de 18 países diferentes dan lo mejor de sí en cada actuación, cuyo número supera las 300 cada año. “Una de mis principales funciones es transmitir bien a cada uno qué es lo que esperamos de ellos para que cada noche suban entusiasmados al escenario”, comenta Lancaster.

En la Gran Carpa todo es posible gracias a que “no solo los artistas son excelentes, sino todos los profesionales que nos acompañan, desde el cocinero hasta el fontanero”, ilustra la directora artística.

Para Lancaster, lo que en Alegría. Bajo una nueva luz se representa tiene una conexión directa con la realidad: “Aquí veremos cómo la juventud reclama un cambio y cómo el viejo orden se resiste a caer. No es nada nuevo, los jóvenes son quienes principalmente luchan contra lo establecido, como ha sucedido estos años con Greta Thunberg”, finaliza.

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