La empresa contratada por Osakidetza en Gipuzkoa asume sin mayores explicaciones las deudas que ha ido dejando la cooperativa catalana, que abandonará en breve plazo sus contratos en Euskadi
Ambulancias La Pau adelanta al 15 de noviembre su adiós a Euskadi y se sitúa al borde de la quiebra
Sin que oficialmente se hayan comunicado las nuevas adjudicaciones del servicio de ambulancias de Osakidetza en Álava y en Bizkaia para sustituir el 15 de noviembre a la empresa catalana Grup La Pau, que está al borde de la quiebra, la compañía que previsiblemente gestionará el transporte sanitario urgente y programado en Álava, Ambulancias Gipuzkoa, ha asumido el pago de la deuda de la nómina de octubre que mantenía la anterior contratista con la plantilla, según un documento interno. En el caso de Bizkaia, donde el personal tampoco había cobrado, la propia Grup La Pau ha costeado el 50% del dinero pendiente y el resto espera abonarlo en las próximas horas.
El final del ciclo de cuatro años de la cooperativa catalana al frente de las ambulancias externalizadas de la Sanidad vasca en Álava y en Bizkaia, que se viene barruntando desde septiembre, está resultando accidentado por la delicada situación económica de la compañía. El 70% del personal no ha cobrado más que el 25% de la paga extraordinaria de julio y el malestar se ha acrecentado en los últimos días por el retraso en el abono de la nómina ordinaria de octubre. El propio consejero de Salud, Alberto Martínez, reconoció que la Administración había abonado el canon a la empresa contratista pero esos fondos nunca llegaron al personal.
Días después, en una comunicación interna a la plantilla, la dirección de Grup La Pau indica sin dar ninguna explicación que Ambulancias Gipuzkoa se hará cargo de los salarios de Álava. Esta empresa, también una cooperativa, es la contratista en Gipuzkoa y, aparentemente, ampliará su zona de trabajo a Álava en los próximos días, pero ni hay comunicación oficial ni ese traspaso se ha formalizado. Este periódico no ha podido contactar con Ambulancias Gipuzkoas.
Así las cosas, técnicamente el personal va a cobrar de una tercera empresa sin relación alguna que asume 'motu proprio' las deudas de Grup La Pau. En el caso de Bizkaia, donde Sanir (vinculada a Alsa) se perfila como la nueva adjudicataria, los pagos los está haciendo la empresa titular con recursos propios, aunque por partes y con mucho retraso.
Están siendo jornadas de mucha tensión en las ambulancias externalizadas de Osakidetza. Los impagos, la puntilla a más de medio centenar de sanciones de la Inspección de Trabajo en estos años, han motivado protestas que, en algunos casos, han escalado a ataques a los propios vehículos o a las bases de Grup La Pau, según ha confirmado la Ertzaintza, que ha tenido que hacer algunas vigilancias preventivas. En otros, han dejado sin servicio urgente zonas como Getxo, indican fuentes sindicales. Asimismo, en la preparación de la transición se está comprobando que el parque móvil actual presenta deficiencias en decenas de casos. Este contexto ha llevado a sindicatos y partidos de la oposición de izquierdas a que se destierre la privatización de servicios públicos.
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