Ángel Hidalgo, inesperado líder del Open de España

El Open de España vivió una emocionante jornada de golf a pesar de que el guion se presentaba diferente al de años anteriores. El cambio de fecha del torneo (el año pasado coincidió con el puente de El Pilar) y la duda de la presencia de Jon Rahm hasta el último momento por el nacimiento de su hija, motivaron que a la estrella vizcaína no se le pudiera situar en el mejor horario (el jueves por la mañana y el viernes por la tarde) y así concitar un mayor número de aficionados para seguirle. Como llegó de viaje sin apenas tiempo para entrenarse, ya que la niña nació el lunes, tuvieron que darle un tiempo para recuperarse y, con buen criterio, la primera jornada la disputó después de comer, aunque aún cansado por el largo trayecto desde Estados Unidos y renqueante por haber padecido una gripe la semana anterior. Pese a ello, el vasco firmó una tarjeta de 68 impactos (-3) que le dejó sorprendido a él mismo: «Llevaba siete días sin tocar un palo y si antes de salir a jugar con este viento me dicen que iba a hacer 75 lo hubiera firmado. Pero fueron saliendo las cosas bien y, al final, conseguimos acabar en los puestos de arriba», explicó aún impresionado por su tarjeta. El vendaval que se desató sobre el Club de Campo Villa de Madrid fue una de las claves para que el de Barrica diese la vuelta a su propio pronóstico, ya que el conocimiento que tiene del campo le sirvió para evitar meterse en problemas, aunque verse en la quinta posición no le hace lanzar las campanas al vuelo. «Soy consciente de mi situación actual -afirmó- y de que hoy ha sido un día especial. Cuando mejoren las condiciones va a haber mucha gente que juegue muy bajo y yo no sé si podré aguantar ese ritmo. Por ahora no me planteo nada para el fin de semana. Si después de la ronda de mañana sigo estando entre los diez primeros ya podremos empezar a pensar en metas mayores». Lo que sí le sorprendió favorablemente fue la actuación del malagueño Ángel Hidalgo, que venía detrás de él y que no dejó de romper el marcador a lo largo de toda la vuelta. Se llegó a colocar con -8, lo que dejó boquiabierto a Rahm. «¿Pero está jugando otro campo o qué? Con las condiciones que había es un vueltón, me alegro mucho por él», comentó Jon. No menos atónito se mostró el propio jugador malagueño que confirmó que había sido una de las tres mejores vueltas de su carrera, junto a una en Valderrama y otra en la previa del Open Británico. «Ha sido alucinante -reconoció-. Me salía todo. Las bolas iban donde yo quería y en los 'greens' he estado fenomenal. Lástima de dos errores en los últimos tres hoyos que me han enfriado un poco, pero sigo estando muy contento con mi actuación». El marbellí está viviendo un sueño al verse en lo alto de su Abierto nacional, «cuando hace pocos años yo era uno de los chicos que estaban pidiendo autógrafos a mis ídolos o llevando el marcador con el nombre de Manassero, que ahora es un rival y buen amigo mío. Pero no me vuelvo loco. Sé que es la primera jornada, que aún queda mucho golf por delante y que por detrás vienen unos toros bravos que tienen mucho que decir. Voy a disfrutar del momento, pero ni se me ocurre ponerme nervioso pensando en el triunfo. Si el sábado por la noche sigo en esta situación, entonces sí que puede que me quite el sueño», declaró sonriente. En una jornada ventosa que puso más fiero el Club de Campo de lo habitual, con unos tapetes lentos porque no los pudieron segar cortitos como hubieran deseado, los españoles tuvieron una buena jornada en general, con ocho de ellos bajo par y tanto jóvenes como veteranos. Entre estos experimentados están Adri Arnaus (-3), subcampeón de este torneo hace dos años, y el mencionado Rahm; los jóvenes como David Puig (-2), en su primera participación como profesional en este torneo, el amateur Luis Masaveu (-2), que subirá de categoría al terminarlo y Joel Moscatel (-1), que confirma su buen momento después de dos triunfos en el Challenge Tour y entre los veteranos Alfredo García Heredia y Jorge Campillo, ambos con -1. Por lo que respecta a las figuras internacionales que se han desplazado a la capital, tuvieron actuaciones de todo tipo, desde la brillante de Tommy Fleetwood (-2), a la consistente de Patrick Reed (par) y el traspiés de Shane Lowry (+4), que tendrá que remar el viernes para seguir vivo el fin de semana.

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