Penelles, primavera del 2015. Como tantos otros pequeños pueblos de la plana de Lleida, Penelles era un lugar de paso, entre Balaguer y Tàrrega, un pueblo de la comarca de la Noguera, de calles vacías, sin arquitectura ni piedras singulares, y ningún peculiar encanto turístico. Podías salir casi sin ropa a tirar la basura, no te cruzabas a nadie.
Seguir leyendo....
elperiodico.com/es/