Desde hace dos meses, Sean 'Diddy' Combs ha puesto a la venta su imponente mansión en Beverly Hills, una propiedad que cualquiera esperaría ver disputada en el mercado de lujo. Sin embargo, lo que parecía ser una joya inmobiliaria se ha convertido en una carga para el empresario y rapero, con un precio inicial de 61,5 millones de dólares que, hasta ahora, no ha atraído más que miradas escépticas y comentarios negativos. La mansión de Diddy , ubicada en uno de los barrios más prestigiosos de Los Ángeles, ha recibido pocas visitas, y las que ha tenido han dejado una impresión inquietante. Según fuentes cercanas a las visitas, algunas personas que recorrieron la propiedad quedaron tan impactadas que prefirieron abandonarla de inmediato, como una pareja en la que la mujer confesó haberse sentido «incómoda y asustada» . El inmueble, de 1.200 metros cuadrados construidos y rodeado por un vasto terreno de 5.250 metros cuadrados, parece cargar con un 'factor asco' difícil de ignorar, probablemente debido a las controversias legales que rodean a su propietario. Diddy se encuentra actualmente en una situación legal delicada , enfrentando múltiples acusaciones de violencia y delitos sexuales , lo que lo ha llevado a poner en venta la mansión en un momento crítico para sus finanzas. Diversos medios apuntan que el precio de salida de 61 millones podría estar impulsado más por la necesidad urgente de dinero que por el verdadero valor del inmueble, y es que la propiedad, aunque lujosa, parece estar sobrevaluada. En medio del escándalo, la mansión se ha convertido en un símbolo sombrío de las circunstancias que enfrenta su dueño. Entre las características de la casa, destacan sus amplios salones , una bodega privada, un cine con 35 asientos , gimnasio, estudio de música y una casa de invitados. Pero ni siquiera estas exclusivas comodidades han logrado seducir a potenciales compradores, quienes encuentran el precio elevado y el contexto poco atractivo. Aunque algunas propiedades en las que ocurrieron incidentes trágicos han tenido cierta demanda en el pasado, en este caso, las acusaciones en curso parecen pesar demasiado en la mente de los posibles interesados. Con el juicio de Diddy a la vista, programado tentativamente para mayo de 2025, parece inevitable que el famoso productor tenga que reducir considerablemente el precio de venta si quiere desprenderse de esta residencia antes de enfrentarse a la justicia.
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