Barcelona quiere ser la meca de las bicicletas, pero la falta de seguridad dinamita su plan: "Hay miedo a los robos"

Barcelona lleva años volcada en un macroproyecto, iniciado por Ada Colau y limado ahora por Jaume Collboni, que ha puesto patas arriba la ciudad hasta modificar su esqueleto... con una larga batalla judicial de fondo. El plan estaba basado en incrementar la sostenibilidad, reducir la huella de carbono y mejorar la movilidad y biodiversidad. Además de la creación de las superislas del Eixample y la zona de bajas emisiones, el diseño pasaba irremediablemente por el uso del transporte público, la reducción de la circulación de coches y motocicletas y, cómo no, por multiplicar los usuarios de bicicletas.

Sin embargo, los barceloneses se están topando de bruces con un grave problema para dar el salto definitivo a la bici: los robos continuos. El número de sustracciones de este tipo de vehículo se ha disparado un 34% en los últimos dos años y va en aumento. Y es más, algunos ciclistas abandonan este medio de transporte tras sufrir el primer robo.

Así lo demuestra un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) dirigido por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB). Si en 2021 se hurtaron 870 bicicletas, en 2022 fueron 1.042 y ya en 2023, 1.167 bicicletes. Unas tres bicicletas al día. No obstante, los autores del análisis sostienen que el número podría ser mucho mayor… y elevarse hasta 10 vehículos por día, ya que falta sumar muchas denuncias.

Una mujer circula en bicicleta por el centro de Barcelona. (Europa Press/Lorena Sopêna)

"Los robos impiden la explosión de la bicicleta"

El Ayuntamiento de Barcelona ha realizado una apuesta por la bicicleta hasta alcanzar los 350 kilómetros de carril bici. Por ello, entre otras medidas para ejemplificarlo, acordó ser el punto de partida del Tour de Francia en 2026 tras lograr el inicio de La Vuelta a España en 2023, si bien los usuarios de a pie viven una realidad muy distinta. "Con el nuevo modelo de ciudad que queremos, el robo de bicicletas se ha convertido en un problema significativo. Pretendemos tener una Barcelona más segura y sostenible y menos ruidosa, pero las sustracciones están impidiendo la explosión del uso de la bicicleta", señala el experto en movilidad urbana y autor del estudio, Jordi Honey-Rosés, a El Confidencial.

Según la investigación, la mayoría de casos se produjeron en los distritos de Sant Martí (255 casos), Ciutat Vella (223), Eixample (221) i Sarrià–Sant Gervasi. Estos distritos representan el 69% del total. Precisamente en el segundo distrito citado, Ciutat Vella, un Mosso D'Esquadra fuera de servicio acabó siendo apuñalado cuando intentaba evitar un robo con violencia a su novia en El Raval la semana pasada. Tal y como ha podido saber este periódico, los ladrones le asestaron una puñalada al agente que requirió 17 puntos de sutura a pesar de alertarles que era policía.

Una persona en bicicleta en el Palau de la Generalitat. (Europa Press/David Zorrakino)

El investigador remarca que el aumento de los robos de bicicletas se podría deber a que cada vez hay más y más caras. "Esto está impidiendo la transformación de la ciudad y repercute en la salud, el uso energético, la calidad del aire y la sostenibilidad de la misma. Antes estos temas ecológicos no eran tan importantes, pero ahora sí. Hay usuarios que se van de ruta con su bicicleta, pero rechazan desplazarse con ella por Barcelona. Nos cuentan que es por miedo a los robos", revela el experto.

"Si solucionaran la falta de seguridad y de aparcamientos seguros, sería mucho más sencillo que la gente que le gusta coger la bicicleta se desplazaría con ella por la ciudad. Hay que habilitar espacios comunes en empresas, universidades, escuelas, centros médicos... y pensar estratégicamente". Por ello, este grupo de estudio hace un llamamiento a la comunidad ciclista para reportar todos los robos en una plataforma de colaboración ciudadana llamada Bicizen para recoger todas las denuncias y ayudar a recuperar las bicicletas sustraídas.

Delincuentes multirreincidentes y falta de agilidad judicial

"La red ciclista ha mejorado mucho en los últimos 10 años y ha sido un caso exitoso porque cada vez hay más gente en bicicleta. Sin embargo, ahora hay que pensar en otro tipo de estructura como son los aparcamientos y la reducción de los robos. Es el momento perfecto para adoptar una buena estrategia y penalizar a los delincuentes multirreincidentes, un caso que se da mucho en las bicicletas", apunta Honey-Rosés.

Este planteamiento encaja con la nueva dirección que ha tomado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni y la consejera de Interior y Seguridad Pública de la Generalitat de Cataluña, Nuria Parlón, para atajar el problema de los delincuentes multirreincidentes. "Hay entre 300 y 400 personas que cometen delitos, de forma reiterada. Algunas han cometido más de 200 delitos, pero no van a prisión. Está claro que hay poca agilidad judicial, y eso debería cambiar", confesó Collboni en un acto público hace un par de días.

Un ciclista pasea por la playa de la Barceloneta con su bicicleta. (EFE/Marta Pérez)

Efectivamente, los Mossos D'Esquadra y la Guardia Urbana tratan de poner freno al problema a través del Plan Tremall desde 2020, un operativo especialmente diseñado para luchar contra los ladrones multirreincidentes. El problema, explican estos colectivos, es la falta de dureza en las condenas y los subterfugios legales para escapar de mayores consecuencias derivadas del retraso en la celebración de los juicios rápidos, algunos citados para 2026. De hecho, el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) pidió a Salvador Illa más jueces, fiscales y funcionarios en la ciudad de Barcelona para combatir el fenómeno de la multirreincidencia.

Precisamente, y por iniciativa de Junts per Catalunya tras la petición del ICAB, el Congreso de los Diputados apoyaron tramitar una reforma del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para frenar la multirreincidencia y en la que plantea, entre otras cuestiones, penar con hasta tres años de cárcel el robo de móviles. Una de las novedades más llamativas es permitir que los ayuntamientos puedan personarse como acusación en los juzgados y que, con tres condenas previas por hurto, se pueda dictar prisión, independientemente del valor de los objetos robados, ahora cifrado en 400 euros.

Cabe recordar, además, que actualmente, la Cámara Baja ya tiene en tramitación una reforma del Código Penal en esta materia impulsada por el Partido Popular para endurecer el castigo a la multirreincidencia en hurtos y estafas. Su toma en consideración salió adelante el pasado mes de junio gracias al voto a favor de PP, PSOE, Vox, Junts, PNV y UPN.

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