El grupo de autobuses Alsa, a través de Sanir, y Ambulancias Bidasoa presentan a los trabajadores de Grup La Pau su nuevo servicio y con promesas de que no volverá a haber impagos
Grup La Pau pide impunidad y más dinero público antes de salir de la contrata de ambulancias de Euskadi
Aunque no hay una confirmación oficial a pesar de que todo apunta a que será una decisión administrativa inmediata, una nueva marca llamada Bizkanb va a sustituir a la catalana Grup La Pau como contratista del servicio de ambulancias urgentes y programadas de Bizkaia. En el caso de Álava, donde también opera esta cooperativa que está al borde de la quiebra, la previsión es que asuma el servicio Ambulancias Gipuzkoa. En Gipuzkoa no habrá cambios en las ambulancias externalizadas de Osakidetza ya que el Gobierno interpreta que el servicio lo presta a satisfacción precisamente Ambulancias Gipuzkoa.
Bizkanb es una UTE conformada por Sanir y Ambulancias Bidasoa. Sanir es a su vez una marca de la conocida empresa de autobuses Alsa, que en Asturias opera en el ámbito sanitario como Transinsa. Alsa tiene 20.000 empleados, 1.200 de ellos en Euskadi, según sus propios datos. Sanitr tiene contratos en la Comunidad de Madrid y unos 900 empleados allí. Ambulancias Bidasoa, de su lado, es adjudicataria de parte del servicio de Navarra, aunque este contrato se rescindirá en breve al optarse allí por una gestión pública directa y no externalizada. Bizkanb y Ambulancias Gipuzkoa van a subrogarse a toda la plantilla que trabajaba para Grup La Pau y, además, hay conversaciones para que se queden igualmente con sus vehículos e instalaciones, según indican fuentes del sector.
Juan Antonio Pérez Bañuelos, directivo de autobuses Alsa y, por lo tanto, de la compañía de ambulancias Sanir, se ha dirigido ya a la plantilla de Grup La Pau en Bizkaia a pesar de admitir que no tienen aún cerrada la adjudicación del contrato. Mantuvieron una reunión este martes. En ese encuentro, a cuyo acta ha tenido acceso este periódico, ha prometido en reiteradas ocasiones a la plantilla que “van a cobrar todo lo que se les adeuda”. Uno de los problemas generados por Grup La Pau eran los impagos de las nóminas. De hecho, aún tiene cantidades pendientes. Otra directiva de Alsa, Lourdes Estévez, recalcó que en sus “17 años” con responsabilidades “nunca” ninguna de las empresas del grupo ha tenido “un solo impago”. “Incluso durante la pandemia, todos los trabajadores cobraron puntualmente a pesar de que el servicio de transporte por carretera tuvo que paralizarse. Que estén seguros todos los trabajadores de que van a cobrar”, consta en el acta. El mensaje de la nueva adjudicataria da a entender no solamente que van a cambiar las dinámicas en cuanto asuman el servicio sino que también se resolverán las deudas anteriores.
Los directivos de Bizkanb estuvieron acompañados por el gerente en Euskadi de Grup La Pau, Ibon Etxebarria, excargo del Gobierno vasco. No tomó la palabra en ningún momento. Los sindicatos hicieron continuadas apelaciones a la necesidad de mejorar las condiciones laborales y no solamente los salarios y recibieron buenas palabras de los responsables de la previsiblemente nueva contratista en lo tocante a formación o prevención de riesgos laborales.
Lo que no está claro es cuándo se producirá la salida efectiva de Grup La Pau de Bizkaia y de Álava. El horizonte máximo parece el 30 de noviembre. Ese día entra en vigor un nuevo convenio con importantes subidas salariales que la empresa catalana en ningún caso podría asumir. Se había barajado como referencia el 25 de noviembre pero Etxebarria comunicó a la plantilla que querían marcharse ya el 15 de noviembre, es decir, esta misma semana. Ese día Grup La Pau tiene que abonar definitivamente el 75% de la paga extraordinaria de verano que no ha cobrado el 70% del personal todavía. La última palabra la tiene el Gobierno vasco
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