Con la tragedia ocurrida en Valencia todavía muy presente, España entera mira al cielo a la espera de un nuevo episodio de fuertes lluvias que, según se ha informado este fin de semana, sacudirá de nuevo la castigada región del levante, además de Cataluña y Baleares. Afortunadamente, la últimas actualizaciones de los modelos muestran como el núcleo de la perturbación se desplaza ligeramente hacia el oeste, alejándose del litoral mediterráneo. Esto aliviaría a las zonas orientales, dando una pequña tregua a las miles de personas que continúan trabajando en las zonas afectadas por la DANA. Sin embargo, la amenaza se reubica ahora en el sur, apuntando especialmente hacia Andalucía. De este modo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado para el miércoles el aviso naranja aviso naranja por riesgo importante de lluvias en las comarcas de la Costa del Sol, el Valle del Guadalhorce y la Axarquía. Cabe recordar que varias de estas zonas fueron gravemente afectadas por las lluvias de principios de mes, aunque por motivos evidentes no sonaron tanto como las de la Comunidad Valenciana o Albacete. El agua dejó daños especialmente destacados en municipios del Valle del Guadalhorce como Álora, Cártama y Pizarra debido al desbordamiento del río, así como en localidades de la Costa del Sol Occidental como Torremolinos o Benalmádena por temporal costero. El aviso naranja por lluvias va a estar activo desde las 3.00 horas de este miércoles 13 de noviembre y hasta el final de la jornada en las citadas comarcas. En esta franja horaria, se esperan precipitaciones de hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora y de hasta 100 litros por metro cuadrado en 12 horas. Por su parte, el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem112) aconseja no estacionar los vehículos cerca de los cauces de los ríos aunque estén secos en días de fuertes precipitaciones. Además, recomienda evitar desplazamientos en carretera salvo que sean imprescindibles. Si es necesario viajar, se aconseja informarse previamente sobre el estado de las carreteras, atender las señales de tráfico y mantenerse al tanto de la previsión meteorológica a través de medios y redes sociales. Conduciendo bajo la lluvia, se debe reducir la velocidad y ampliar la distancia de seguridad. Nunca se debe cruzar una zona inundada, y si esto ocurre, probar los frenos con suavidad después. Ante una súbita crecida de agua, es crucial estar preparado para abandonar el vehículo si el nivel del agua supera el eje de las ruedas. En el campo, se debe evitar refugiarse bajo árboles solitarios o piedras aisladas, ya que pueden atraer rayos. En la costa, es prudente evitar los paseos y miradores en caso de temporal, debido al riesgo de ser arrastrado por el oleaje.
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