Desde hace un tiempo, Cáritas Diocesana de Toledo viene lanzando mensajes en distintas plataformas acerca de la preocupante situación propiciada por los graves problemas y en muchos caso imposibilidad para que familias en situación de vulnerabilidad encuentren un hogar adecuado y sobre todo asequible económicamente. La entidad llama la atención tanto por la falta de vivienda como por el caso contrario los desorbitados precios de los pisos de alquiler que impiden crear un nuevo hogar y por tanto una nueva vida. Como dato, hasta septiembre, el 'Programa Vivienda' de Cáritas ha atendido hasta este mes de septiembre a 160 personas en dificultades. Desde el área de Familia y Vida de Cáritas Diocesana advierten de la situación de angustia que viven muchas familias «porque no hay vivienda para empezar una nueva vida y abrir camino a la esperanza». Familias en extrema vulnerabilidad que sueñan con una vivienda digna, y en muchos casos, con una habitación que les permita tener un techo para construir su hogar. El mismo problema ocurre con las personas que están en los Centros de Personas sin Hogar de Toledo y Talavera de la Reina, personas que teniendo trabajo, no ven una salida rápida de los centros por no encontrar un lugar digno donde vivir. Esta semana, la revista 'Padre Nuestro', de la Archidiócesis de Toledo, se hace eco de este problema y en un reportaje se hace eco de este problema concretándolo con casos concretos. «Mamá sola con su hijo de 9 años, ha realizado el curso de atención sociosanitaria con Cáritas Diocesana de Toledo y ha encontrado trabajo en una residencia pero necesita una vivienda para vivir con su hijo. También precisa ayuda para cuidad a su hijo mientras ella trabaja en la residencia». Este es un ejemplo, pero también el de «mujer que tiene que salir de su casa porque recibe maltrato psicológico y físico por parte de su marido y de los hijos de este. Necesita una habitación para vivir». O «matrimonio con dos niñas necesitan dos meses de fianza de alquiler para poder acceder a una vivienda». Desde Cáritas Diocesana de Toledo se hace un llamamiento a las Administraciones Públicas para que «juntos podamos encontrar soluciones, recursos, y a la población para que con generosidad pueda ofrecer viviendas de alquiler a estas familias acompañadas por Cáritas para que puedan rehacer sus vidas y construir sus hogares». Mónica Moreno , secretaria general de Cáritas Diocesana, comenta que «es uno de los grandes problemas con los que nos encontramos; un verdadero drama». Así, se pregunta ¿qué hacemos si no hay vivienda, qué hacemos si las condiciones de lo poco que hay no lo hacen accesible para las familias, muchas mujeres con hijos, que quieren empezar de nuevo?». Igualmente hace referencia el « incremento preocupante y continuado de los alquileres , lo que es un problema para las familias más vulnerables que acompañamos». La coordinadora del Área de Familia y Vida y responsable del Programa Vivienda de Cáritas Diocesana de Toledo, Beatriz Cantalejo , alerta también de que «junto a la falta de vivienda existen problemas con los alquileres, pues muchos propietarios no quieren alquilar a familias con niños, o las condiciones para acceder a ellos, con el adelanto de hasta tres meses de alquiler, imposibilita el contrato». En este sentido Beatriz Cantalejo indica que «se está pidiendo a una madre con dos hijos, con un sueldo de 1.000 euros hasta 700 euros por un alquiler , y tres meses de fianza». Cantalejo explica que en el Programa Vivienda de Cáritas, que ya ha cumplido 10 años, normalmente había «rotación» de las familias , porque una vez que encontraban un empleo, podían ir ahorrando para poder alquilar sus viviendas, pero «en estos momentos es inviable e imposible, y muchos casos pasan a vivir en situaciones infrahumanas o en hacinamiento». En 2023 Cáritas Diocesana de Toledo atendió desde el Programa Vivienda a 158 personas y hasta septiembre de 2024 son 160 personas, «siendo un 2024 complicado porque la falta de vivienda, lo que está provocando ansiedad y estrés a las familias». Por ello, Cáritas hace una llamada a las administraciones públicas para poder encontrar soluciones y recursos con el fin de ofrecer viviendas de alquiler a estas familias acompañadas por Caritas «para que puedan rehacer sus vidas y construir sus hogares».
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