Carla Rahn Phillips recela de la nueva hipótesis colombiana sobre el galeón San José: «Lo más probable es que una explosión abriera un hueco en el barco»

¿Explotó en pedazos el galeón San José antes de hundirse en el siglo XVIII en aguas del Caribe cercanas a Cartagena de Indias? El famoso cuadro de Samuel Scott que representa la capitana de la Flota de Tierra Firme saltando por los aires «no corresponde bien a la probable secuencia de eventos» que provocó su naufragio el 8 de junio de 1708, en el fragor de la batalla de Barú contra una escuadra inglesa. Así lo cree la hispanista estadounidense Carla Rahn Phillips , recientemente galardonada con el Premio Internacional de Historia Órdenes Españolas , a pesar de que la dramática obra del pintor británico ilustró la edición en inglés de su libro 'Tesoros del galeón San José'. Sin embargo, la profesora emérita de la Universidad de Minnesota (EE.UU.) -posiblemente la investigadora que mejor conoce el último viaje de este buque de Estado español- recela de la «nueva hipótesis» colombiana, que pretende reescribir la historia narrada, según dicen, «desde el norte global». «A mi juicio, la causa más probable del hundimiento del galeón San José es lo que escribí en mi libro: un fuego entre cubiertas del galeón, probablemente cerca del rancho de Santa Bárbara, que provocó una explosión. Esta explosión abrió un hueco bastante grande que permitió la entrada de una gran cantidad de agua muy rápidamente, causando el hundimiento», responde Rahn Phillips en un correo electrónico a ABC. Si como señala en su obra, la santabárbara explotó de lado, el barco no habría volado por los aires, pero el boquete abierto en su casco lo habría hundido, «lo que estaría en consonancia con el testimonio de varios testigos». Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Historia y Antropología (ICANH) afirmó la pasada semana en un diario colombiano que testimonios de la época recogidos por el equipo investigador de la expedición 'Hacia el corazón del galeón San José' apuntan a que «no hubo una carga explosiva, como se sugiere previamente, que la Santa María, que era la parte del buque donde iban los cañones y la pólvora, hubiera sido impactada por los piratas ingleses y que eso generara el rompimiento y hundimiento del barco». Por error, Caicedo se refirió al almacén de la pólvora de los buques españoles como Santa María y no por su nombre de Santa Bárbara, en referencia a la santa patrona de artilleros, mineros o bomberos que se enfrentan a peligros de explosiones y tormentas. La hispanista aclara además que los cuatro buques ingleses que atacaron a la flota española formaban una escuadra de la corona inglesa durante la Guerra de Sucesión Española (1701-1714). «No fueron 'piratas'» , remarca. En un consejo de guerra en Port Royal posterior a la batalla, capitanes y oficiales ingleses afirmaron que el galeón explotó y se hundió inmediatamente, sin que pudieran apresar el navío y hacerse con sus tesoros. Según la antropóloga colombiana del ICANH, esa versión que prosperó en el tiempo fue «construida básicamente a partir de testimonios ingleses» y los historiadores colombianos están contrastando ahora con «otro tipo de fuentes que habían sido consultadas efectivamente por investigadores, pero a las que no se les había dado el peso que en este caso se les está dando». «Esas fuentes lo que están diciendo es que lo que sucedió tal vez no fue una gran explosión que hizo que el barco saliera en pedazos en un radio enorme sino que más bien pudo haber sido un hundimiento a causa de fallos estructurales que ya se habían evidenciado », declaró Caicedo a Efe. La directora del ICANH se refirió en concreto al testimonio de Pedro García de Asarta, capitán de mar y tierra del 'San Joaquín', la nave almiranta de la Flota de Tierra Firme. Según este marino español, el San José «se abrió y se fue a pique por lo mal carenada o por la varada que dio a la salida de Cartagena para Portobelo». Carla Rahn Phillips, que ya citó las palabras de García de Asarta en su libro, señala a ABC que no encontró ninguna otra referencia a una «mala reparación» del buque en los varios miles de documentos que consultó durante la década que dedicó al estudio del San José. La hispanista niega, además, que no diera el peso adecuado a testimonios como el del capitán de mar y guerra de la nave almiranta. «En mi caso, considero los varios testimonios de García de Asarta y otras personas antes y después del hundimiento del San José muy amplia y cuidadosamente», asegura. Aunque García de Asarta testificó como si hubiera presenciado el hundimiento, «sin duda, no pudo ser testigo ocular , porque el buque en que navegaba, el San Joaquín, estaba muy lejos, no solamente del San José, sino muy lejos de la batalla en el momento en que el San José se hundió. Había muchos testimonios de hombres en otros buques que así lo dijeron», recuerda Rahn Phillips. La historiadora desconoce las razones de García de Asarta, pero cree que acordó su testimonio con el del almirante Miguel Agustín de Villanueva, su comandante en el San Joaquín, de quien sospecha que «también hizo testimonio falso » para justificar la actuación en la batalla de la nave almiranta, que escapó de los ingleses y logró llegar a puerto seguro. Según pudo constatar la historiadora en su investigación, « hubo confusión sobre la causa del hundimiento entre los testigos en buques cerca del San José». Solo un declarante español, Luis de Arauz, que servía como capitán en el patache Nuestra Señora del Carmen, mencionó un ruido que podría atribuirse a una explosión. Varios españoles hablaron de un fuego en el interior del galeón , pero dijeron no haber oído el sonido de una deflagración. Sin embargo, a Rahn Phillips le parece «muy posible» que dada la situación de los barcos en la contienda y la confusión propia de la refriega, los ingleses pudieran oír la explosión y no la distinguieran, en cambio, los españoles . Más aún si ésta no hizo saltar el galeón en pedazos. Las autoridades colombianas quieren «darse el lujo de hacer una investigación que le permita contar la historia desde su punto de vista» porque «la historia siempre la han contado otros, gente de afuera: desde España, Europa, Estados Unidos, el norte global». Pero esa idea de que «la historia la construyen y la escriben los ganadores» es «muy exagerada, especialmente en nuestros días», en opinión de Rahn Phillips. En el caso del hundimiento del galeón San José «es difícil identificar ganadores» , subraya, pues seguramente no lo fueron ni los supervivientes y sus familias en España, ni los mercaderes y quienes tenían pertenencias en el San José, ni la Corona española, ni siquiera el comodoro inglés Wager y sus tripulaciones, que no lograron capturar ni al San José ni al San Joaquín. «En mi libro, intenté averiguar lo que pasó, ni más ni menos, basándome en una investigación cuidadosa de los voluminosos documentos de la época», asegura Rahn Phillips, que da la bienvenida a otras perspectivas «con igual respeto al pasado histórico». La investigación histórica no ha logrado resolver preguntas que la hispanista traslada a los arqueólogos subacuáticos que estudien el pecio. A su juicio, la mayor incógnita es por qué el galeón se hundió tan rápidamente , llevándose consigo 600 vidas. También se desconoce el valor sin registro de dinero y otras pertenencias de personas privadas, no así el de las riquezas pertenecientes a la corona (valoradas en unos 4,4 millones de reales de plata), que según recuerda, fueron bien registradas. «Los arqueólogos subacuáticos que conozco tienen interés en la causa del hundimiento, pero están tan hartos como yo de especulaciones sobre el valor del tesoro . Hay temas mucho más interesantes e importantes que eso», asegura.

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