La archiconocida compañía china de baterías, CATL, está incrementando aún más su aporte a esta industria, a nivel de producción de componentes, así como de desarrollo e innovación en este campo. Tanto es así que la cúpula de la marca ha confirmado su intención de levantar una nueva planta en Estados Unidos a corto o medio plazo. No obstante, hasta la llegada del nuevo presidente, esta intención queda en el limbo, pues deben darse algunas condiciones para que llegue a hacerse realidad. La primera y más importe condición es que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abra la puerta a la inversión china en la cadena de suministros de coches eléctricos dentro de las fronteras del país norteamericano, según ha confirmado Robin Zeng, presidente de CATL, en un informe publicado por Reuters. "Al principio, cuando queríamos invertir en Estados Unidos, el gobierno nos decía que no". CATL tiene importantes acuerdos con Ford o Tesla, entre otras. CATL podría apostar por Estados Unidos
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