China y la UE acuerdan intensificar sus negociaciones sobre los aranceles

Los representantes de Comercio de la Unión Europea y China acordaron intensificar sus discusiones para evitar que los aranceles actuales que gravan los coches eléctricos procedentes del país asiático se conviertan en definitivos a través de la votación que, previsiblemente, ocurrirá la semana que viene. Valdis Dombrovskis , el comisario responsable de Comercio de la UE, afirmó que había tenido una «reunión productiva» con su ministro homólogo, Wang Wentao, y que tenían previsto «continuar las negociaciones sin perjuicio a la investigación de la UE ni sus plazos». Bruselas fue firme con China y señaló que continuaría su investigación sobre los subsidios a la industria automovilística por parte del Gobierno de Xi Jinping. «Ambas partes han acordado revisar los precios», afirmó Olof Gill, un portavoz de la Comisión. Por su parte, el Ministerio de Comercio chino señaló en un comunicado que ambos bloque continuarían buscando una solución aceptable para los dos. Además, señaló que los aranceles europeos se encontrarían con «las medidas necesarias» por su parte. China ya había ofrecido con anterioridad un acuerdo de precios y volúmenes de exportación, un mecanismo que sirve para controlar la balanza comercial, sin embargo, la Comisión señaló que las condiciones que propuso no eran aceptables. El ministro chino está llevando a cabo una gira por los distintos estados miembros para evitar que salga adelante el voto que haga que las tarifas provisionales actuales se conviertan en definitivas. Para ello, se debe contar con una mayoría cualificada en contra, es decir, dos tercios (15) de los países que conforman la UE. En julio, la Comisión Europea impuso aranceles de hasta el 36% a los vehículos eléctricos provenientes de China, adicionales a los del 10% que ya se aplicaban para todos los productos automovilísticos del país. De aprobarse de manera definitiva, los constructores asiáticos podrán enfrentarse a estas tasas durante años. El Gobierno de Von der Leyen ha afirmado reiteradamente que cualquier solución a la que se llegue tiene que ir en línea con las normas de la Organización Mundial del Comercio y tener en cuenta el impacto en la competitividad de los subsidios gubernamentales a la industria automovilística por parte del Gobierno de Xi Jinping. Si China toma medidas en respuesta, los principales afectados serían los constructores Alemanes, que venden un tercio de sus productos en China, especialmente las marcas premium, muy valoradas por las altas esferas de Pekín. Si bien Audi, BMW y Mercedes cuentan todas con fábricas en China, hay modelos que provienen de Alemania solo como importaciones, algo que también le ocurre a Porsche. Llegar a un acuerdo, en cambio, permitirá que las marcas chinas tengan acceso a uno de los mercados más lucrativos para sus coches eléctricos. Después de una sangrante guerra de precios en su país, los márgenes de sus ventas se han reducido considerablemente, cosa que Europa puede levantar. Si bien Italia se ha mostrado a favor de imponer de manera definitiva los aranceles, España y Alemania se han posicionado en contra. Por un lado, el grupo Chery fabricará sus vehículos en Barcelona –una decisión que se ha pospuesto un año–, y por otro, China ha comenzado una investigación 'antidumping' sobre los productos porcinos patrios. Ante esta situación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que deberían «replantearse los aranceles».

abc.es

Leer artículo completo sobre: abc.es

Noticias no leídas