Multitudinaria , como se preveía ya antes de la celebración a tenor del gran y variado número de colectivos que se habían adherido a la llamada lanzada por Burgos Acoge, Atalaya Intercultural, Accem y Cáritas para exigir al Ayuntamiento que encabeza la popular Cristina Ayala que rectifique y no haga efectiva en el proyecto de Presupuestos de la ciudad para 2025 la retirada de las ayudas que aportan a las organizaciones que trabajan con personas migrantes. Así ha sido la movilización que ha congregado este miércoles a varios miles de personas tras el lema 'Burgos por la convivencia' en un clamor contra el peaje exigido por el socio de Gobierno, Vox , para sacar adelante las Cuentas y que se ha encontrado con el rechazo prácticamente unánime del resto de partidos, sindicatos, empresarios, organizaciones sociales... Hasta la propia Ayala y el PP reconocían desde el principio que por ellos «no» lo hubieran hecho . Pero, como ha asumido la alcaldesa durante la jornada, «no van a traicionar» el concepto de «estabilidad» firmado en el verano de 2023 con los de Santiago Abascal, para quienes sacar de las próximas cuentas esa partida –119.000 euros en un montante total que se eleva hasta los 250 millones– «es fundamental». «Una medida sorprendente por incomprensible» , según han denunciado en el manifiesto que rubricado por las organizaciones convocantes, a las que se ha sumado Cáritas, a quien el Ayuntamiento excluye del 'tijeretazo' a las ayudas, pero que la propia organización humanitaria ha avanzado que rechazará en estas condiciones. «Carece de sentido, no aporta nada positivo y de diferentes maneras nos perjudica a todos», han censurado, entre la «sorpresa y rechazo» a la exigencia de Vox. Desde la grupo que encabeza el vicealcalde, Fernando Martínez-Acítores, justifican su postura en que estas organizaciones «colaboran a fomentar la inmigración ilegal» y «el efecto llamada», además de «no estar de acuerdo con gran parte de la labor que realizan». «Burgos no sufre, ni de lejos, los problemas que aducen para justificar la medida», han defendido los convocantes, que han resaltado el «clima pacífico» en el que se convive y que la presencia de personas extranjeras «no está generando problemas», sino que «contribuye poderosamente a hacer una sociedad mejor, más diversa, rica, plural y cohesionada». Han cargado contra los argumentos «inconscientes y arbitrarios » esgrimidos por Vox, «fruto del tacticismo político» y han exigido que se deje de «culpar» a estas entidades. «Cuando una ciudad no es estable y políticamente tiene enormes problemas para sacar adelante sus proyectos, la ciudad se para», había defendido la alcaldesa para justificar la cesión a la exigencia de sus socios. «En este momento» no existe posibilidad de dar marcha atrás en la eliminación de esas ayudas a las ONG, ha puntualizado Ayala, quien ha venido a cerrar la puerta a aprobar las Cuentas a través de un acuerdo con el PSOE. Ha asegurado en declaraciones recogidas por Ical que están «mucho más cerca de Vox» que de los socialistas con quienes, como ha quedado demostrado en estos meses, «no coincidimos en absolutamente ninguno de los proyectos de ciudad». El PSOE ha estado, de hecho, entre quienes han apoyado y secundado la movilización ante el Ayuntamiento, a la que también se han sumado otros partidos como Podemos y los sindicatos UGT y CCOO. «Respaldo firme» de la Plataforma del Tercer Sector Social de Castilla y León –integrada por Once, Cermi, Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y Exclusión Social, Voluntariado y Plataforma de Organizaciones de Infancia–. También la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) han reclamado al Ayuntamiento que «reconsidere» una decisión contra la que mostraron su «desacuerdo», pues, «supone un golpe a los derechos fundamentales de las personas migrantes» y «debilita los esfuerzos de integración».
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