Profesionales por la Ética (PPE), iniciativa social e independiente sin ánimo de lucro, integrada por profesionales de diversas áreas que «ponen sus capacidades y experiencias al servicio de la dignidad de la persona, sus derechos fundamentales y el bien común», ha lanzado una serie de recomendaciones a las familias para que, ante el nuevo curso escolar 2024-2025 , «estén muy atentos a lo que enseñan a nuestros hijos». Para difundirlas, cuenta con la colaboración de entidades como Convivencia Cívica Catalana (CCC), que las hacen llegar a las familias a través del correo electrónico o por grupos de Whatsapp. PPE presentó el pasado mayo su informe 'Adoctrinamiento en la Escuela. Cómo afrontarlo' , en el que «repasa los muy diversos rostros del adoctrinamiento actual en la escuela española: feminismo radical, ideología de género, LGTBI, memoria histórica, globalismo, imposición lingüística, manipulación política...», recuerdan desde la asociación. «Ante este panorama desolador y arrollador solo cabe una pregunta para iniciar el curso escolar -añade Profesionales por la Ética dirigiéndose a las familias-: ¿Qué podemos y debemos hacer los padres?». En este sentido, les recomienda cuatro acciones clave: «habla habitualmente con tus hijos sobre su actividad escolar», «revisa los contenidos de los libros de texto y otros materiales educativos», «entrega en el colegio el consentimiento previo para conocer y valorar previamente las actividades extraescolares en las que van a participar tu hijo» y «busca apoyo y denuncia cualquier caso de adoctrinamiento». «Para ello, -indica PPE- puedes contactar con asociaciones como la nuestra Profesionales por la Ética, pero también con Abogados Cristianos o Educadores Contra el Adoctrinamiento (ECA)». «El adoctrinamiento ideológico en la escuela se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una amenazadora anomalía, violentando la libertad de elección de los padres, primeros responsables de la educación de sus hijos y de la protección de los menores», señalan desde la asociación. Por este motivo, la entidad publicó el pasado mes de mayo un informe en el que presenta los diferentes rostros del adoctrinamiento de niños y adolescentes en las aulas, entre los que destaca «el feminismo radical, la imposición lingüística , la educación afectivo-sexual o la ideología de género». Profesionales en la Ética explica también en el estudio cómo las nuevas leyes están agravando el problema y sugiere diferentes formas de combatirlo. El informe, realizado por un equipo interdisciplinar de expertos, recuerda que la educación de los niños y adolescentes «es un derecho de la persona , previo al Estado, asociado al bien de los propios menores y a la libertad de quienes, en primer lugar, tienen el derecho y el deber de velar por dicho interés del menor». Por eso, concluye que los poderes públicos, «deben garantizar ese derecho/deber». El informe ahonda en las claves del problema del adoctrinamiento ideológico, tanto en una perspectiva internacional como nacional, informa Ep. En el plano internacional, aunque según constata el informe la protección es unánime, en todas las declaraciones internacionales de derechos humanos y del menor, «de la primacía de la elección de los padres», sin embargo, son ahora los propios organismos internacionales «los que impulsan la negación de ese derecho fundamental, sustituyéndolo por unos supuestos 'nuevos derechos', de origen incierto». Desde la perspectiva española, el núcleo del problema se encuentra, según el documento, en una «interpretación sesgada» y «manipuladora» del artículo 27 de la Constitución , sobre derechos educativos. «En efecto, ignorando la proclamación inequívoca de la 'libertad de enseñanza', los poderes públicos están sobredimensionando su papel en la garantía del 'derecho de todos a la educación'», recalca. Para eliminar el adoctrinamiento en la escuela, recuperar espacios de libertad personal y social y proteger a la infancia, el informe de Profesionales por la Ética propone numerosas acciones entre las que se pueden señalar: que los padres asuman sus responsabilidades educativas y se impliquen en la escuela; que haya un consentimiento previo de los padres respecto a las actividades complementarias no curriculares; que se vigilen los libros de texto y otros materiales didácticos; o que las Ampas se impliquen en la neutralidad ideológica de los centros educativos.
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