Córdoba vuelve a buscar el caballo español perfecto en el Concurso Morfológico de Pura Raza Española

Atenea, Ofendida, Generosa, Bodeguero, Normando, Juguetón, Dichosa, Góndola... son algunos de los nombres de las yeguas y caballos que participan en las Caballerizas Reales estos días en el XXIX Concurso Morfológico de Pura Raza Española Ciudad de Córdoba, donde un total de 105 animales se disputarán la corona de un certamen dividido en una prueba puramente de morfología (adecuación a un aspecto estandarizado) y otra de funcionalidad (en la que se evalúan determinados movimientos). Cincuenta y dos de las mejores ganaderías del mundo se disputan el cetro que busca el caballo perfecto, en la que ganaderos y jinetes siempre persiguen un punto más de esplendor que acerque la puntuación a un ideal casi imposible. Este concurso se inserta en la que sus organizadores han calificado como 'súper' Cabalcor , por la cantidad de actividades que se reparten entre los meses de septiembre y octubre . El morfológico fue además el propio origen de esta Feria del Caballo de Córdoba. Hoy día es un espectáculo ecuestre completo , destinado tanto a los amantes del caballo como a los turistas que visitan la ciudad en su temporada alta de otoño . «En el concurso de morfología se busca la perfección del caballo con respecto a las cualidades de la raza», cuenta el miembro de la junta directiva de la Asociación Cordobesa de Criadores de Caballos, Juan Manuel Crespo. «Deben ajustarse todo lo posible al estándar racial, publicado en el BOE, según sus diversas regiones, como cabeza, cuello, espalda, dorso, cruz, grupa o aplomos», ha concluido. ¿Y qué dice ese estándar ? De forma resumida, el caballo de pura raza español debe tener entre 1,52 y 1,72 metros de altura, y un cuerpo musculoso y armonioso , con una cabeza bien proporcionada y un perfil recto o ligeramente convexo. Predominan los pelajes tordo, castaño y negro, aunque se admiten otros. Definido por primera vez en el BOE 313 del 31 de diciembre de 2002, la norma es verdaderamente prolija y detallada, e incluye también las reglas de los árboles genealógicos, los defectos o las aptitudes para la reproducción. Y a partir de ahí hay un canon oficial institucionalizado : excelente (10 puntos), muy bueno (9 puntos), bueno (8 puntos), aceptable (7 puntos), regular (5 ó 6 puntos), deficiente (3 ó 4 puntos) y malo (1 ó 2 puntos). Dentro de las características evaluables también se encuentra el carácter, mediante la compenetración con el jinete y la respuesta del animal ante las órdenes . «Un caballo, para ser perfecto, tiene que tener casi las características de una persona», bromea el responsable de la ganadería Camp Rodó, Juan Manuel Fernández. «El carácter de un caballo español es bueno, dulce y noble, son caballos muy apegados a la casa, son familiares, casi pueden terminar siendo un miembro más de la familia». Para Fernández , en comparación con otras razas, e independientemente de la belleza, el comportamiento de los caballos españoles está a años luz de otros : «Un caballo entero o semental de otras razas es casi ingobernable; los nuestros están juntos y no pasa absolutamente nada». Pero, ¿puede apuntarse a la perfección aunque sea en el plano abstracto? Así lo creen los jinetes, siempre atentos a todo aquello que pueda ser mejorado en el caballo de pura raza española. Juan Antonio Jiménez Cobo se convirtió el pasado verano en el deportista español más veterano en participar en unos juegos olímpicos , con 65 años: « Fue muy bien la preparación para ir a París , pero allí tuvimos mala suerte y el caballo no me respondió bien por el calor el día de la competición», recuerda. «Los caballos españoles tienen belleza , tienen reunión, y es el caballo que más cabeza tiene, entendido como carácter e inteligencia para aprender, para mí le falta mejorar los aires», reconoce el deportista olímpico. Dentro de esa denominación de «aires» se engloban los movimientos en distintas marchas, como paso, trote o galope. En ese sentido, el deportista olímpico apuesta por dirigirse a una mayor fortaleza para la doma . De la misma opinión es el jinete Juan Francisco Lecina Moreno, que representa a la yeguada Echandi: «Hemos avanzado muchísimo en la mejora de esos aires, habría que mejorar quizá la mecánica de los movimientos». Estos ejemplares presentados en Córdoba, y prácticamente perfectos, sin embargo cuentan con debilidades , como determinadas enfermedades, siendo la más básica el cólico por una alimentación inadecuada «o las enfermedades infecciosas que afectan en las epidemias, como ahora el virus del Nilo Occidental», explica Juan Manuel Crespo, que también es veterinario. «Puede pasarse del caballo al hombre, y del hombre al caballo, incluso es capaz de matar a un caballo si le coge con pocas defensas», ha especificado. «De hecho estamos vacunando contra el virus del Nilo Occidental a toda la cabaña, al menos en esta zona de Andalucía». De momento esta vacuna no es obligatoria. Con entrada libre, el concurso morfológico , que empieza a las 9.30 y termina de noche, es un constante trasiego de público , unos aficionados que vienen 'ex profeso', otros cordobeses atraídos por el certamen y su vistosidad, y por supuesto turistas. Para atraer a los visitantes se organiza un espectáculo en la antigua entrada del Alcázar de los Reyes Cristianos . Allí, vestido con ropajes antiguos, Rafael Ruiz acompaña a su caballo mientras le rodean numerosos espectadores. «Tenemos preparados varios números», indica. Además de su traje antiguo, tiene otro de gala para el espectáculo ordinario que se celebra en Caballerizas Reales y que, en esta ocasión, servirá además de guinda para el concurso morfológico. Todavía quedan muchas otras citas equinas hasta octubre.

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