La tragedia provocada por la reciente DANA en Valencia ha golpeado duramente a la familia de la influencer Aitana Soriano (20 años), quienes vieron cómo su tienda de indumentaria fallera en Paiporta quedaba devastada por las inundaciones . La tienda, gestionada por Josep Corts y su esposa desde hace más de dos décadas, era reconocida en la comunidad por la confección de trajes tradicionales valencianos, que han sido parte de la vida de Aitana desde niña. Tras el desastre, Aitana compartió una conversación de WhatsApp en la que su tía le pide compartir en sus redes sociales un enlace para la recaudación de fondos para ayudarles a reconstruir su «proyecto de vida». Con el fin de recaudar 20.000 euros , la influencer compartió un vídeo en el que detalla la magnitud de las pérdidas y el esfuerzo que han invertido sus tíos en el negocio, apelando a la solidaridad de sus seguidores. «Es muy triste ver cómo algo que han construido con tanta dedicación desaparece de un día para otro», escribió Aitana en sus redes sociales. Para ella, esta tienda representa más que un negocio familiar, pues desde pequeña ha usado los trajes que su tío diseñaba, incluidos los que lució en los Premios Ídolo de este año. A pesar de la conmovedora petición, la iniciativa no ha sido bien recibida por muchos usuarios en redes sociales, quienes consideran que Aitana debería haber apoyado económicamente a su familia en lugar de solicitar ayuda externa. La controversia creció cuando se recordó que en una entrevista pasada, Aitana comentó que sus ingresos por colaboraciones publicitarias pueden llegar hasta los 20.000 euros por campaña , la misma cantidad que ahora pide para la reconstrucción de la tienda. «Es casi lo mismo que pide en esta recaudación», «Si realmente quisieras ayudar, no necesitarías pedir dinero a tus seguidores» y «Los privilegiados deberían ayudar a sus familias sin recurrir a la caridad» son algunos de los comentarios que inundaron la publicación de Aitana en X, generando un fuerte debate sobre la ética en este tipo de peticiones. Otros señalaron que muchos de sus seguidores enfrentan también dificultades económicas, lo que avivó aún más las críticas. La polémica escaló cuando algunos usuarios observaron que la influencer ha estado eliminando comentarios negativos , lo que generó aún más desconfianza entre sus seguidores. Uno de los comentarios que más se ha viralizado dice: «Es fácil pedir ayuda cuando puedes ganar eso en una colaboración», a lo que se sumaron críticas más duras que califican la campaña como «una falta de sensibilidad con sus propios fans». Aunque Aitana no ha respondido a las críticas directamente, su campaña sigue activa y ha recibido el apoyo de otros seguidores que ven en su iniciativa un gesto genuino de ayuda familiar. Para ellos, la tienda de Josep Corts y su esposa no solo representa un negocio, sino una herencia cultural de la tradición valenciana que merece ser preservada. Mientras tanto, la controversia en redes sociales continúa, con o piniones divididas sobre la manera en que las figuras públicas deben manejar sus privilegios y responsabilidades en situaciones de emergencia. La situación de Aitana ha desatado un debate más amplio sobre el uso de la influencia en redes para obtener ayuda económica, y muchos se preguntan si estos llamados a la solidaridad deben provenir únicamente de personas sin recursos.
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