En la actualidad, no hay ninguna duda. En el sistema bipartidista de Estados Unidos que se consolidó hace dos siglos, el Partido Demócrata es el que defiende las políticas más progresistas, y el Republicano, las más conservadoras. Lo hemos podido comprobar, una vez más, en las recientes elecciones presidenciales, donde la candidata demócrata, Kamala Harris , prometió luchar contra el cambio climático, regularizar a algunos inmigrantes ilegales y subir los impuestos a los más ricos. El candidato republicano por su parte, Donald Trump , abogó por reducir las regulaciones ambientales, deportar rápidamente a los inmigrantes ilegales y bajar los impuestos a grandes empresas. Sin embargo, pocos saben que no siempre fue así. En las primeras décadas de existencia de estas dos formaciones fue justo al contrario. El Partido Republicano y Partido Demócrata defendían las posturas que ahora defienden sus rivales, hasta el punto de que esta última formación lucho por mantener la esclavitud durante muchas décadas. «El carácter racista del Partido Demócrata fue una de las razones que le impidió llegar al poder durante buena parte del siglo XIX, sobre todo después de la Guerra Civil y hasta prácticamente la época de la Segunda Guerra Mundial», explica en el podcast Mario Escobar, historiador y autor del ensayo 'La historia de la masonería en Estados Unidos' . Todos los episodios de 'Estamos en la Historia' pueden encontrarse en las principales plataformas de audio, como Spotify , Ivoox , Apple Podcasts , Amazon Music y Podimo . También están disponibles en Youtube . El próximo episodio, dentro de 15 días.
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