Victoria es una de las cinco millones de cuidadoras no profesionales que en nuestro país han entregado una gran parte de su vida a cuidar a una persona dependiente, en este caso su hija pequeña, que sufre una enfermedad rara. Aunque la esperanza y el amor la mantienen en pie, dice vivir en permanente estado de shock. Ahora podría perder su casa. Leer
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