En el año 2004, los Juegos Olímpicos volvían al país donde fueron inventados y Grecia quería deslumbrar al mundo. El país heleno consideró que Santiago Calatrava podría diseñar una estructura que diera al estadio olímpico la dignidad que la ocasión exigía. El ingeniero español levantó una de 2 5.000 m2 y más de 17 toneladas , que se sostiene sobre dos arcos de acero de 304 metros de altura para cobijar un aforo de más de 75.000 personas, que costó a la administración griega 130 millones de euros . Además de la cubierta del estadio, también se encargó de la cubierta del velódromo y de la remodelación urbanística de la zona, que se encuentra a unos 14 kilómetros del centro... Ver Más
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