Pedro Rocha no podrá optar a convertirse en el nuevo Presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), después de que la Audiencia Nacional haya denegado al extremeño las medidas cautelares que había solicitado contra la inhabilitación que le impuso el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). La resolución responde al informe elevado por la Abogacía del Estado en agosto y que argumentaba que la solicitud no debía ser atendida por no cumplirse los requisitos para suspender la sanción. Con dos argumentos principales: en primer lugar, que no se ha demostrado la apariencia de buen derecho: es decir, que su caso tenga probabilidades de éxito; en segundo lugar, que no se ha probado un perjuicio irreparable: cuando se dictó el auto, las elecciones no estaban convocadas todavía. Rocha fue inhabilitado por un periodo de dos años por haberse extralimitado en sus funciones mientras presidía la comisión gestora, al despedir al secretario general Andreu Camps por su cuenta. El cacereño no podrá presentarse al inminente proceso electoral, pues la semana que viene quedará definida la Asamblea de la RFEF de cara a la elección del próximo presidente, fijada para el día 16 de diciembre. Habrá que ver ahora si alguno de los presidentes de las federaciones territoriales decide dar un paso al frente para unirse a una carrera a la que de momento únicamente concurre de forma oficial el empresario Juanma Morales. Rocha se convierte en el tercer presidente de la Federación inhabilitado tras Ángel María Villar y Luis Rubiales.
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