Descubre este pueblo catalán que parece enclavado en la Toscana italiana (y es perfecto para visitar en otoño)

Miravet, el pintoresco pueblo catalán a orillas del río Ebro, transporta a sus visitantes a un entorno que evoca la Toscana italiana, con colinas cubiertas de vegetación y un encanto histórico que se respira en cada rincón. Ubicado en la comarca de la Ribera d’Ebre, este destino se convierte en un escenario perfecto para una escapada otoñal, especialmente por la calidez de sus colores y su rico patrimonio cultural.

La llegada a Miravet se convierte en una experiencia única al cruzar el río en el tradicional Paso de Barca, una barcaza sin motor que conecta el pueblo con la C-12. Una vez en la Plaza del Arenal, el paseo invita a sumergirse en el Cap de la Vila, el casco antiguo que despliega un mosaico de callejuelas, plazas y monumentos. Destacan el castillo templario y la Iglesia Vieja, vestigios de un pasado medieval que aún perduran. Desde el embarcadero cercano, se puede contemplar la panorámica de la villa, que ha inspirado a artistas como Joaquim Mir, quien inmortalizó la belleza de Miravet en obras como Fantasía del Ebro.

Miravet no solo es un pueblo de historia, sino también de supervivencia. Las marcas de antiguas riadas, las cicatrices dejadas por la Guerra Civil, y el legado árabe se entrelazan en su arquitectura. El nombre mismo de "Miravet" proviene de los murabittin, los monjes guerreros musulmanes que defendieron el territorio en el siglo XI. Más tarde, los templarios convertirían esta fortaleza en un lugar de peregrinación y protección.

Al caminar por Miravet, es imposible ignorar el peso de su historia, un relato donde cristianos y musulmanes convivieron

El castillo templario, situado en lo alto de una colina, es el mejor punto para admirar la vista del río y el conjunto histórico del pueblo. Esta fortaleza, junto con el Cap de la Vila y la Iglesia Vieja, han sido declarados Bienes de Interés Cultural, y su restauración permite a los visitantes revivir la historia a través de visitas guiadas.

Foto: iStock.

Durante el recorrido, se pueden explorar rincones como el astillero medieval, el portal de Motxo, y la calle de Ferreries, con edificios aún marcados por los destrozos de la Batalla del Ebro. La Iglesia Vieja, hoy convertida en centro cultural, guarda en su interior el eco de siglos de culto y convivencia. Al caminar por Miravet, es imposible ignorar el peso de su historia, un relato donde cristianos y musulmanes convivieron y donde aún se perciben las huellas del pasado.

El precioso pueblo medieval con cascadas de la provincia de Barcelona que es perfecto para visitar en otoñoE. ZamoranoEste municipio catalán cuenta con una historia centenaria y está enclavado en un entorno natural de ensueño. Calles de piedra y senderos ofrecen una escapada única y llena de encanto

La oferta de actividades en Miravet es amplia. Desde visitas al centro de arte dedicado a Joaquim Mir, ubicado en el histórico Palacio de los Hospitalarios, hasta la posibilidad de probar productos locales en la agrotienda del pueblo. Y para completar la experiencia, se recomienda participar en un taller de alfarería, una tradición viva en Miravet que conecta al visitante con los oficios artesanales de la zona.

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