El líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, presentó el martes su dimisión en un comunicado, tras las acusaciones de que su institución encubrió durante años la agresión física y sexual de menores por un abogado vinculado a la misma. «Espero que esta decisión deje claro cuán seriamente entiende la Iglesia de Inglaterra la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso para crear una institución más segura», dijo Welby en el texto.
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