Aldo Martínez es el preparador físico del hombre del momento en España, el deportista Ilia Topuria . Licenciado en psicopedagogía y ciencias de la actividad física y del deporte, doble doctorado en ciencias del deporte y ciencias de la salud, y doble máster en alto rendimiento deportivo, el Doctor Aldo firma Optimízate. Lo único imposible es aquello que no intentas , su primer libro, y también el primero de la editorial Kitaeru , nuevo sello de Anaya. En Optimízate , el Doctor Aldo trata de aportar una visión global sobre su forma de encarar la vida, no solo el deporte y la salud, y comparte también historias personales de gente próxima, como Raúl Albiol, el futbolista del Villarreal, que tuvo un gravísimo accidente de tráfico cuando era muy joven y acabó siendo campeón del mundo con la selección española, para que los lectores tengan referentes de superación. También aborda, por supuesto, la historia de Ilia Topuria. El preparador físico alicantino, que además de trabajar con El Matador y con el propio Raúl Albiol lo hace también con otros deportistas profesionales como el boxeador olímpico José Quiles, ha atendido a Summum recién llegado de Abu Dhabi. Allí ha estado preparando y acompañando a Ilia Topuria, que a finales de octubre revalidó su título de campeón del mundo de la UFC en la categoría de peso pluma. Pregunta: ¿Le ha dado tiempo a bajar a su tierra, la Comunidad Valenciana (es alicantino)? Respuesta: Lo primero que quiero es aprovechar para acordarme de todos los fallecidos y de todas las personas afectadas por la DANA. Estoy consternado. Acabo de aterrizar desde Abu Dhabi y este mismo fin de semana (8, 9 y 10 de noviembre) me bajo para allá. Ya lo he coordinado: el sábado subo con un equipo médico. De hecho, voy con Toñi en una ambulancia el sábado, una compañera de estudios de medicina (el Doctor Aldo tiene estudios de la carrera de medicina también) a la que dedico un capítulo del libro precisamente, y el domingo iré con el doctor Benito, que es parte del equipo médico de Ilia Topuria, que están subiendo desde Alicante a Valencia también. P: Su currículo académico impresiona, pero es su actividad profesional, y en particular su colaboración con Ilia Topuria, por lo que se le conoce a nivel popular. ¿Cómo se lleva con la exposición mediática? R: Hasta llegar donde he llegado solo han cambiado las circunstancias. Sigo siendo el mismo, aunque, como bien dices, ahora mismo tengo más visibilidad, y lo bueno de eso es que tengo la posibilidad de poder llegar a más gente. Y ese es el objetivo del libro. P: ¿Para qué lector o perfil está escrito? R: Con Optimízate voy a llegar a todo tipo de personas porque es un libro dedicado a población a todas las edades, desde el adolescente con los que no puedo trabajar hoy en día porque como profesor de educación física me encantaba mi labor docente y aportar todo lo relacionado con el estilo de vida saludable. Trato de aportar mi granito de arena para que esas personas que no se encuentran, que se ven perdidas en el instituto o en la universidad como a mí me pasó, o más adultas, tengan una referencia, sepan qué es lo que yo hice y qué camino tomé. P: Ese camino fue el de la formación y el deporte R: En mi caso fue el de la actividad física, la salud y el deporte. Me fui formando y formando y no he dejado de formarme hasta hoy. Y es lo que hago llegar a todo el mundo, el hecho de poder mejorar nuestra propia versión porque si tú te mejoras puedes mejorar a todo lo que te rodea, y ese es el objetivo final, ¿no? Es por lo que trabajo día a día, para poder ser mejor. Y a través del libro divulgo esas historias de adversidad que me han surgido a mí y qué camino se ha tomado para superarlas. P: Habla de método en su libro, una palabra de moda en el fitness, pero deja claro que «no hay atajos» y está convencido de que la clave es la determinación con la que tomamos nuestras decisiones. ¿Por qué? Realmente yo pensaba que no tenía un método, sino que tenía mucho trabajo detrás, pero aportaba ese granito de arena a todas las personas con las que trabajaba, ya fueran deportistas o personas que cayeran en mis manos como opositores a la policía, bomberos, Guardia Civil e incluso personas que he preparado para las pruebas de acceso. Y a ello le dedico la primera parte del libro. En él delimito una serie de características que podemos tener en cuenta cuando quiero hacer un proyecto, y todo parte saber que debo tomar esa decisión con determinación. Así lo hice yo cuando abandoné la universidad, la carrera de empresariales, que no me hacía feliz, aunque me sentí muy mal porque crees que no has dado lo que esperan de ti —eligió esa carrera por cuestiones familiares, ya que su familia tenía un negocio familiar— y cogí las maletas y me fui al norte de África, donde comencé una andadura totalmente diferente, un cambio de 180 grados. Pero por eso animo a buscar dentro de ti lo que quieres y, a partir de ahí, a empezar a construir con determinación. Una cosa lleva a la otra. Empecé a estudiar magisterio de educación física en Melilla pero me fascinó la psicología por unas profesoras que tuve y luego estudié psicopedagogía, pero ya sabía que quería más formación deportiva y cuando terminé psicopedagogía cursé la licenciatura de ciencias de la actividad física. Me especializo en alto rendimiento deportivo… y una cosa va enlazándose con otra, pero la clave es la determinación. Por eso defiende que tenemos que grabarnos en la mente que «somos producto de nuestras decisiones» Todo ello te hace crecer y te hace abrir la mente y ver todo desde diferentes perspectivas. Hay que hay momentos en los que vas a tener que salir de la zona de confort para poder crecer e incluso a veces hay que dar un paso atrás para dar dos hacia adelante. ¿Es la parte mental tan importante como la física? Ante dos deportistas o dos personas de las mismas características físicas, es el que psicológicamente esté más alto o tenga claro una mayor capacidad de esfuerzo, de superación e inteligencia el que se impone. [...] Altibajos todos vamos a tener. La vida nos va a golpear en algún momento y debemos tener esa determinación para poder ir hacia adelante y poder resurgir desde la situación en la que estemos y poder ir hacia hacia aquello que nos planteemos. Aunque sea difícil generalizar, más allá de la determinación, ¿qué consejos específicos recomiendas a alguien que siente que necesita un cambio? Lógicamente no generalizamos, pero es ideal tener las cosas claras, hacia dónde voy a ir, y rodearte de un círculo saludable de buenas personas. Eso es muy importante. Somos el resultado de las personas de las que nos rodeamos también; hay un momento en el cual, cuando tengas un batacazo grande, tu parte emocional no va a estar en concordancia con la racional y es en ese momento donde nos debemos apoyar en alguien. A todos nos va a pasar y hasta que no estén en concordancia la parte racional con la emocional, porque no somos robots, no somos seres lineales, se aconseja no tomar decisiones drásticas, ni tener prisa por cualquier acción. Es primordial saber dónde me encuentro en ese momento y rodearme de buenas personas y, a partir de ahí ver, hacia dónde voy y trabajar poco a poco, con pequeñas metas. Y, por otro lado, es positivo saber que esos obstáculos van a aparecer. Los tenemos que sortear porque las adversidades van a aparecer en la vida y hay que estar tan fuerte tanto físicamente como mentalmente. La segunda parte del libro, en la que habla de terceras personas, aparece la historia de Ilia Topuria. ¿Cómo pueden ayudar los referentes? Pero me fascina especialmente la segunda parte del libro, dedicada a esas personas más o menos conocidas (también hay personas anónimas del entorno del doctor Aldo) que han tenido también diferentes adversidades en su vida, y cómo las han subsanado cada uno de ellos. Por eso digo que es interesante este libro para todos los públicos, desde el empresario que acaba de iniciarse una empresa o que no le va tan bien o que tiene ciertas dudas, con ejemplos como el de los peluqueros del momento, que empezaron en un pueblo de 1.500 habitantes cortando el pelo a 8 euros, y ahora facturan ya más de un millón, a deportistas que han superado lesiones graves. Incluso la historia de Raúl Albio, que no la conoce tanta gente, y cómo salió de ello y ha llegado a ser campeón del mundo, con uno de los mejores palmarés deportivos de su deporte. O la historia de José Mari Bakero, el capitán del Dream Team (el F.C. Barcelona de Johan Cruyff). De cada historia que cuento vas a sacar un aprendizaje claro y en alguna te vas a sentir identificado y vas a decir: 'Wow, de aquí puedo sacar las herramientas para salir de la situación en la que estoy o para afrontar este momento que estoy pasando». Entonces, es un libro adaptado a todas las edades. ¿Siente presión añadida viendo que firma el prólogo de su libro el hombre del momento, Ilia Topuria? Bueno, para mí es el hombre en el momento porque es la persona con la que convivo gran parte del año —risas—. No vivo ni pienso en otra cosa que no mejorar su rendimiento y en mantener ese estado físico, acompañándolo en su carrera deportiva. Son palabras de felicidad lo único que puedo decir no de tener su colaboración en el libro. Para mí es muy importante porque comparto con él ocho meses al año. Para mí es una alegría, una felicidad que firme el prólogo, es fascinante. Cuénteme más sobre esa rutina de trabajo y planificación que tienen Ilia y usted Este año, sin ir más lejos, hemos estado juntos hasta febrero y luego el 24 de abril volvimos a comenzar la rutina de entrenamientos, todos los días hasta el 26 de octubre. El día 27 nos despedimos, y ahora llevo una semana sin verle… pero bueno, tiene que ser así, yo debo alejarme porque es verme a mí y sin yo decir nada, ya me están diciendo: 'Pues hoy he entrenado…'. Esto me pasa con otras personas, hasta con mis sobrinos, que piensan que el tío les va a mirar raro si comen algo no saludable, y me pasaba cuando trabaja en el instituto, donde coordinaba proyectos de hábitos saludables, que los alumnos se escondían lo que estaban comiendo si llevaban un croissant. En ese tiempo que pasan juntos, ¿cómo es, a grandes rasgos, la rutina de trabajo que diseña para Ilia Topuria? Trabajamos por training camps. Por ejemplo, ahora que ha terminado un combate, lo único que le transmito es que descanse. De hecho, le he escrito para decirle que estaba en Madrid, que venía a hacer entrevistas, pero que no hacía falta que nos veamos ni que me llame ni nada. Lo único que quiero es que descanse porque ha trabajado mucho, ha trabajado muchísimo. Ese descanso, en todo caso, es un descanso de mí, porque él sigue entrenando. Hará algo de suelo con alguno de sus entrenadores y con algún compañero, tiene sus instalaciones en casa, saldrá en bicicleta… pero el momento en el que me ve a mí sabe que es la alimentación, es meterme en el frío, es meterme en el calor… son cosas que ahora yo lo que quiero es que se olvide de ellas. Puntualmente, eso sí, puedo ir y entrenar, y vuelvo a desaparecer. Y es cuando ya se acerca una fecha o se ve que hay algo en el horizonte, como este caso, que iba a ser el combate en septiembre en Las Vegas, pues comenzamos a entrenar de forma intensa. Empezamos el 24 de abril y el mes de junio ya traslado mi residencia para estar junto a él y no nos hemos separado hasta que no nos hemos ido de Abu Dhabi. En cuanto a la planificación, trabajamos por mesociclos dentro de un macrociclo. Suelen durar generalmente un mes y hacemos microciclos por semanas. Hago la planificación de todo lo que se va a hacer, pero todo lógicamente va a variar va a variar porque van surgiendo cosas, y semana a semana, cada domingo, tenemos la planificación de lo que se va a hacer a la semana siguiente con diferentes objetivos, principales objetivos secundarios… Pero siempre, eso sí, hay unas clases establecidas. Por ejemplo, los martes y los viernes tenemos jiu jitsu. Es la preparación física la que vamos adaptando al momento al venirme a vivir a Madrid. También en función de la época del año: por ejemplo, en verano lo hacemos en las pistas de atletismo a última hora del día por el calor, pero por la mañana nos sometemos al frío o hacemos un entrenamiento más técnico porque te interesa hacerlo técnico por la mañana porque es cuanto más fresco está el sistema nervioso. Si tengo que aprender aspectos nuevos o mejorar o pulir combinaciones o el trabajo que que sea específico de su de su deporte, pues me interesa más la mañana y dejamos el físico para la noche, que es más trabajo muscular, trabajo de fuerza, de potencia, de velocidad, de potencia aeróbica en pista… ¿Y en esos pequeños períodos de tiempo en los que no estáis juntos, aunque sea de manera menos asidua, estáis conectados? ¿La tecnología ayuda mucho en esto, no? En paralelo al trabajo con Ilia, yo llevo una asesoría deportiva con muy muy poquita gente, deportistas y no deportistas. Por ejemplo, ahora mismo tengo a un empresario madrileño que acaba de llegar de la maratón de Nueva York también y depende de los objetivos que él se va planteando, pues así trabajamos. O con José Quiles, el boxeador, lógicamente yo no pude estar con él en la villa olímpica, pero trabajamos a distancia. Él hizo la parte de perdida de peso en solitario. A mí me llega todo (señala el móvil), aquí tengo las horas que has dormido, las calorías que consumes al día, tienes tu dieta, tienes tu alimentación, tienes tus ejercicios específicos hidrolizados para lo que requiera tu deporte… Puedo trabajar in situ con ellos para hacer una puesta a punto. Valoro al deportista, evalúo a la persona y, a partir de ahí tengo todos los datos y empezamos a funcionar. Y siempre, aunque trabaje una cosa u otra, está metido el trabajo de fuerza de gimnasio, que va implícito en cada uno de ellos, porque la fuerza muscular luego la transfiero al deporte que quiera y a la situación que yo quiera. ¿Algún reto a corto plazo además del lanzamiento del libro? Ahora me traslado con un deportista bastante conocido precisamente. [...] Además, creo que siguen quedando muchísimas cosas por contar.
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