La noche del viernes, ante la mirada curiosa de cientos de transeúntes, -y de algunos manifestantes-, los cerca de los 250 invitados a la recepción preboda de Teodora, hija de Constantino, último rey de Grecia y Matthew Kumar, llenaron de glamour una de las arterias principales de la capital helena: la Avenida de la Reina Sofía. La cena tuvo lugar en los magníficos jardines del Museo de Arte Bizantino y Cristiano, que fue alquilado por la familia de la novia a pesar de las fuertes críticas recibidas por buena parte de la opinión pública griega al tratarse de un edificio de titularidad pública. Según la prensa local, el espacio fue cedido previo pago de un alquiler y la obligación, por parte de la Casa Real helena de encargarse de pagar los daños en las plantas que se produjeran durante la velada. Un pequeño grupo de manifestantes se concentró frente a la entrada principal del museo para protestar por la cesión de este edificio público que alberga la mayor colección de arte religioso bizantino del mundo para celebrar un evento de carácter privado. El evento no se lo quisieron perder doña Sofía, quien viajó a su ciudad natal acompañada de su hermana, la princesa Irene , sus hijas las infantas Elena y Cristina , y los hijos de ésta última; Irene y Miguel Urdangarín . Teodora llegó a la cena acompañada de su madre y su prometido, vestida con un deslumbrante vestido blanco. La boda tendrá lugar esta tarde en la catedral metropolitana de Atenas, donde hace más de 60 años se casaron hace los reyes eméritos de España y los padres de Teodora, Constantino y Ana María . Tras la ceremonia, que será oficiada por el primado de la Iglesia ortodoxa griega, Jerónimo II, los invitados se desplazarán al exclusivo resort One & Only Aesthesis, en la Riviera ateniense, para celebrar el banquete de bodas. El domingo por la mañana en ese mismo lugar los recién casados despedirán a los invitados con un brunch.
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