Dónde comer los mejores torreznos en la Costa del Sol

Si hay un manjar que nos tiene atrapados, ese es el torrezno. Ese trozo de panceta crujiente por fuera, jugoso por dentro, que se convierte en el perfecto compañero de cualquier barra y en cualquier momento del día. Y aunque en Andalucía somos más de chicharrones -sobre todo en la parte occidental- los torreznos castellanos han ido ganando terreno en las cartas de nuestra hostelería que poco o nada tienen que envidiar a los de la meseta española. Así, este recorrido por los bares y restaurantes de la Costa del Sol nos invita a sucumbir a la tentación de esta delicia que se sirve en sus versiones más sabrosas, cocinadas a fuego lento, con el punto justo de fritura, para ofrecernos el placer de un bocado casi adictivo. Desde los locales más tradicionales hasta los más modernetes , muchos espacios gastronómicos rinden homenaje a este producto, que ha pasado de ser un simple aperitivo a convertirse en una auténtica estrella gastronómica. Con el toque crujiente en su exterior y la suavidad de la panceta en su interior, unos buenos torreznos son la excusa perfecta para darse un señor homenaje, ya sea como tapa acompañada de una cervecita bien fría o como plato principal que se lleva todo el protagonismo. En este recorrido por la provincia malagueña, vamos a hacer una parada en los bares y restaurantes más sabrosos, donde los torreznos no son solo algo que llevarse a la boca, sino un ritual antes de cada comida. Un tributo a la panceta que no pasa desapercibido y que, seguro, invita a repetir una y otra vez. Así que, si eres de los que no pueden resistirse a este tentador pecado, acompáñanos en esta aventura de sabor y disfruta de uno de los aperitivos más irresistibles de Málaga. Dirigido por el cocinero Fernando Alcalá, quien también está al mando del prestigioso restaurante Kava en la capital malagueña, Cotxino se centra en ofrecer una propuesta accesible, sencilla y con personalidad sin perder de vista la calidad de sus productos y la buena mano a la hora de ejecutar cada uno de sus platos. Una taberna de corte contemporáneo, ubicada en Marbella, que combina platos tradicionales con un toque desenfadado que se ha hecho famosa por su jugosa tortilla de patatas (una de las mejores de España según la Guía Repsol), su ensaladilla (ganadora del Campeonato Nacional de Ensaladilla Rusa en San Sebastián Gastronomika), sus croquetas de jamón, y por supuesto, por el protagonista de nuestra ruta de hoy: unos fantásticos torreznos, bien crujientes por fuera y melosos por dentro. En el asador de la familia Berzosa en Málaga capital no podían faltar tampoco unos buenos torreznos, que en su caso, preparan al estilo soriano. Un maravilloso aperitivo, crujiente por fuera y jugoso por dentro, con su toque justo de grasita, pero sin excesos, que es el rey de los entrantes para abrir boca antes del festín carnívoro que propone el restaurante. Aquí, su cocinero, Jorge Berzosa, plantea un viaje gastronómico por Castilla y León sin salir del Cerrado de Calderón. Un santuario para los amantes de la carne cuyo éxito reside en profundo conocimiento y calidad de sus productos, y en su su horno tradicional construido a mano con adobe. La leña de encina que utilizan perfuma de forma única todas sus carnes, donde no falta un buen cochinillo o cordero lechal, el chivo malagueño, y un excelso chuletón. El famoso restaurante madrileño aterrizaba en Marbella el verano 2022 para conquistar la Costa del Sol con una fórmula de éxito en la capital española: torreznos y champán, pizzas con Borgoña, pollo asado y mucha clase. Un sitio donde lo sencillo se encuentra con lo sofisticado, lo auténtico brilla y lo esencial deja de lado cualquier artificio. El protagonista indiscutible de su carta son sus fantásticos torreznos, un tocino entreverado, gloriosamente hidratado y ahumado, que se acompaña de excelentes etiquetas de vinos. En el corazón de Marbella, el Restaurante ERRE & Urrechu del Hotel Don Pepe Gran Meliá propone un viaje gastronómico a través del fuego donde la parrilla y el humo actúan como hilo conductor de la propuesta. Detrás está Víctor Carracero, chef ejecutivo del proyecto, con el cocinero guipuzcoano Iñigo Pérez al timón de los fogones. «ERRE,» que significa «quemar» en esukera, lleva el arte de asar a las brasas a otro nivel gracias a sus tres parrillas, las cuales alimentan con tres tipos de maderas para aportar matices únicos a cada plato: la encina para intensificar el sabor de las carnes, el naranjo para agregar un toque cítrico a las verduras, y el olivo para aportar su ahumado distintivo a los pescados. Entre sus propuestas, los torreznos rustidos destacan como aperitivo estrella, que sirven crujientes y dorados, perfeccionados en un fuego que evoca el alma misma de este espacio. Una taberna castiza en el sur: así se define esta propuesta donde el ambiente de tasca se entrelaza con una carta de corte tradicional y un toque sofisticado. Y como en toda buena taberna, no pueden faltar unos señores torreznos, que si encima vienen acompañados de huevos fritos con patatas y unas piparras: colofón gustativo. Una carta donde combinan ostras Gillardeau con huevos estrellados con butifarra, steak tartar sobre tuétano con una tortilla de patatas de 3kg, y salmorejo o ajoblanco con cabeza de cochinillo frita y crujiente. A la cabeza del proyecto está Víctor Carracero, chef ejecutivo de ERRE & Urrechu, que mantiene el espíritu de la tasca clásica, con su reconocible twist creativo. A la casa de Juan Gómez y Flores Postigo, el Asador Don Joaquín, se acude para sentarse a la mesa, disfrutar de carnes de nivel sobresaliente, guisos y elaboraciones de corte tradicional que bordan como pocos. Al frente de la cocina está Flores. Al fuego suele mandar Javier, hermano de Juan, y al timón de la sala y de una bodega con más de 200 referencias, el propio Juan. Entre unos y otros conforman un equipo muy bien avenido que siempre nos deja con buen sabor de boca, siendo un templo de referencia en el Valle del Guadalhorce. Suelen organizar jornadas gastronómicas en torno a productos tan preciados como el chivo lechal , que tienen este noviembre. Y como en todo asador que se precie, y si castellano, más, tampoco pueden faltar unos torreznos bien crujientes que sirvan de preludio al festival carnívoro. En el corazón de Málaga, EME de Mariano RS se ha ganado un lugar especial entre los amantes de la buena mesa. Un lugar para disfrutar de la cuchara en todo su esplendor y un refugio gastronómico donde la tradición se sirve con un toque contemporáneo. Mariano Rodríguez, chef y propietario del local, apuesta por los sabores tradicionales de la cocina malagueña, pero con un giro propio que imprime carácter. En su carta, destacan platos como su maravilloso gazpachuelo, su caldito de pintarroja o sus callos. Buenos fondos, guisoteo lento y combinaciones sabrosas que permiten disfrutar de suculentos platos calientes. Uno de los grandes protagonistas de su propuesta son los torreznos, auténtica joya de la casa. Estos se cocinan con esmero durante 12 horas a 60ºC, luego se les da un toque de horno a 160ºC y se rematan con un golpe de fritura. El resultado: una capa exterior crujiente que contrasta con el jugoso interior, creando una combinación perfecta que conquista a los comensales en cada bocado. Y aquí acaba nuestra ruta por los mejores torreznos de Málaga , un recorrido por la provincia malacitana donde sucumbir ante este sabroso, crujiente, graso y meloso aperitivo.

abc.es

Leer artículo completo sobre: abc.es

Noticias no leídas