Horas después de que Busquets Ferrer pitase el final del Atlético-Real Madrid , mientras Le Normand todavía se retorcía de dolor en el césped tras un cabezazo con Tchouameni, los ecos del derbi resuenan más en lo extraderpotivo que en lo que sucedió en el verde del estadio Metropolitano. El lanzamiento de objetos por parte de ultras rojiblancos en la portería que ocupaba Thibaut Courtois, que obligó a detener el partido durante aproximadamente un cuarto de hora, le ha robado los focos a la batalla táctica de Simeone y Ancelotti y a los goles de Militao y Correa. La fea imagen protagonizada por unos cuantos radicales después del gol visitante embarró un partido que hasta ese momento había resultado impecable en cuanto al ambiente en la grada y el juego limpio en el terreno de juego pese a toda la tensión que implica siempre un derbi entre clubes vecinos. Las páginas de los diarios y las tertulias aparcaron lo puramente deportivo para poner el foco en lo sucedido en el fondo sur del estadio del Atlético de Madrid y abrir un profundo debate. En él participó incluso uno de los actores del derbi, Diego Pablo Simeone, entrenador rojiblanco , que afeó la actuación de parte de su afición pero la justificó en la supuesta provocación del guardameta belga del Real Madrid tras el 0-1. Minutos después de que los jugadores locales acudieran a ese mismo fondo a aplaudir a sus seguidores, el Atlético de Madrid emitió un comunicado oficial en el que condenó el lanzamiento de objetos que obligó al colegiado Busquets Ferrer a suspender temporalmente el encuentro. «El Atlético de Madrid quiere mostrar su rechazo por el lanzamiento de objetos que se ha producido desde una parte de la grada del fondo sur en el minuto 68 del encuentro ante el Real Madrid», arranca la nota. «Desde el mismo momento en el que se produjeron dichos lanzamientos, el departamento de Seguridad del club está trabajando junto a la Policía para la localización de los implicados, uno de los cuales ya ha sido identificado. El club aplicará el régimen interno previsto para casos muy graves a las personas que hayan estado implicadas en este incidente». «Estas actitudes no tienen cabida en el fútbol y manchan la imagen de un estadio que ha vivido un ambiente espectacular con más de 70.000 espectadores en sus gradas y que han mostrado un comportamiento ejemplar en su inmensa mayoría», zanjó el club colchonero.
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