El Ayuntamiento de Córdoba ha sorprendido con un giro de 180 grados en su proyecto de crear un espectáculo nocturno en el Jardín Botánico . En tres días, se ha pasado de conocer que había iniciado los trámites para buscar un empresa que lo ofreciera a desenchufarlo. En la noche del viernes, el portavoz del grupo municipal del PSOE , Antonio Hurtado, en su perfil de 'X' antes Twitter aseguraba que el Consistorio había descartado este producto turístico y se mostraba muy crítico con el equipo rector de Capitulares. Fuentes del gobierno local ha confirmado este sábado a ABC que el espectáculo del Jardín Botánico no se desarrollará finalmente . Los interlocutores consultados han justificado esta sorprendente decisión alegando que el Ayuntamiento apuesta «de forma decidida por el Alcázar para el pase audiovisual al caer el sol del Alcázar». Especialmente, han seguido, ahora que « hay una solución» para que Letsgo , la adjudicataria del espectáculo del Alcazar, lo recupere. Lleva quince meses cerrado - lo recuperó a finales de 2022 tras ganar un concurso municipal - y esta empresa anunció el miércoles que lo reabrirá a «la mayor brevedad posible». Antes debe realizar unas obras en el monumento para ofrecer este producto de forma estable. El hecho de que se haya apagado esta propuesta en tan corto plazo llama la atención si se tiene en cuenta que en el expediente que se inició para activar su contratación el Instituto Municipal de Gestión Medioambiental ( Imgema ) aseguraba que el impulso a este producto turístico obedecía a «la necesidad de dotar de una oferta turística y temática [en la capital] que permita disponer de actividades para franjas horarias en las que no se pueden realizar visitas a los monumentos y demás espacios públicos». Este ente municiapl pretendía promover un espectáculo «de luz, sonido e imagen» en el Jardín Botánico, Pretendía crear un producto «inédito» , cuyo eje temático sean «las especies animales de las épocas geológicas que concuerden con las colecciones de vegetales fósiles que se custodian en el Imgema». El contrato iba a tener dos años de duración, si bien era prorrogable por otro bienio. Las empresas que aspiraran a explotarlo debían ofrecer un canon de, al menos, 24.000 euros anuales . La época en la que se debía ofrecer era entre el 1 de octubre y el 15 de marzo. En ese periodo, la firma vencedora de una licitación, que ya no se producirá, debía programar el espectáculo durante un mínimo de 80 días.
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