El Barça de Flick también gana en gris

Iñaki Peñ a afrontaba el partido sabiendo que Szczesny llegaba al día siguiente. Ni Peña es un portero para el Barça ni es serio que un equipo y un presidente que tanto presumen de la Masía recurran a un jubilado cuando han de demostrar si de verdad confían en los jóvenes. Tantas lecciones y tanta superioridad moral de los jugadores «hechos en casa», por oposición a la política de fichajes del Real Madrid , para acabar fichando a uno que se había retirado. Líneas muy altas del Getafe para empezar, Carles Pérez casi marca de cabeza pero paró bien Iñaki Peña, sobre la línea de gol. Pese al efectista juego visitante era fácil imaginar cómo el Barça iba a romper la defensa, ganando la espalda a los centrales. De todos modos, y aunque parecía sólo cuestión de tiempo, le costaba un poco encontrar el ritmo y durante el primer cuarto de hora el partido se pareció más a lo que quería Bordalás que a lo que quería Flick . Lamine Yamal jugaba mucho por dentro porque no le llegaban balones suficientemente rápidos. Pero efectivamente era sólo cuestión de tiempo y una vez más Lewandowski, oportuno y letal, remató un centro de Koundé que no acertó a rechazar David Soria . Con qué poco les basta a los equipos en racha para decantar en su favor el signo de los partidos, incluso en las circunstancias más adversas. David Soria es un gran portero pero el gol fue en gran parte su regalo. Al cabo de pocos minutos, otra salida incierta, aunque Lamine Yamal no pudo dirigir el remate. El Barça no acababa de controlar el juego, el Getafe no se rendía, noche en general poco brillante, pero no era plausible pensar en grandes remontadas. Este equipo, por lo menos en la Liga, da la sensación de que puede marcar lo que a cada momento necesite. Raphinha muy bien en los desmarques y muy bruto en los remates. El brasileño le sirvió el segundo a Lewandowski con una asistencia deliciosa pero el polaco no lo supo aprovechar. El Barça poco a poco encontró su ritmo, la circulación del balón ganó en velocidad y sólo faltaba que compareciera Lamine Yamal , que a pesar de que intentaba todo no le acababa de salir nada. Muy bien Eric, recuperado de su error en Mónaco, sus mejores minutos como medio centro, aunque necesitaba algo más de compañía y Casadó jugaba demasiado por dentro. El Getafe especulaba para resistir en el 1 a 0 y mantener abierta la noche. La segunda parte confirmó que era un partido obrero, gris, no exactamente mediocre porque no había dejadez ni abandono, pero sí falto de luz y de finura. Tan inevitables son estos partidos menos vistosos como imprescindible resulta para un campeón saber ganarlos. Lamine Yamal y Pablo Torre trenzaron una jugada tan rápida e inteligente, que, y no es broma, no la supieron entender ni los defensas ni sus compañeros y una buena mano de David Soria mandó el balón a córner. En el 58 y a mano cambiada otra vez el portero del Getafe demostró su gran calidad rechazando un gran disparo de Lamine Yamal. Justo después, Ferran entró por Pablo Torre. Raphinha a la media punta, Ferran de falso extremo izquierdo y el Barça a por el segundo. El partido encalló, colapsado por el Getafe, que intentaba romper cualquier ritmo para llegar vivo a los últimos diez minutos e intentar la proeza del empate en una jugada aislada. El Barça intentaba no sucumbir a la anestesia pero que el segundo gol no llegara creaba incertidumbre y la noche se iba volviendo extraña. Los ataques locales eran más insistentes y voluntariosos que eficaces y Flick dio 20 minutos de descanso a un Lewandowski muy cansado. Eric con toda la portería para él, en el área pequeña, mandó la pelota al Palau Sant Jordi. Héctor Fort y Gerard Martín entraron por Cubarsí y Balde. Borja Mayoral falló el empate en el remate más fácil de su carrera deportiva. Victoria profesional en el peor partido de la era Flick aunque es verdad que contra uno de los rivales más ingratos de La Liga.

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