En Andalucía, horas antes de la catástrofe apocalíptica en Valencia, la gota fría había arrasado invernaderos en Almería y volcado la furia en Málaga con imágenes en el valle del Guadalhorce que siempre devuelven al terror de 1989. Tal vez hubiera más predisposición a tomar conciencia de la catástrofe. Era la semana de los presupuestos, la cita mayor en la agenda de un gobierno, pero se abrió paso el apagón político. En esas primeras horas se cometieron algunos errores en el Parlamento, pero después se ha respetado escrupulosamente el luto nacional, que después de los tres días oficiales perdurará durante tiempo como luto íntimo de una ciudadanía desolada ante el rescate infernal de centenares de muertos. Para la Historia Nacional... Ver Más
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