Quienes nacimos a mediados de la centuria pasada, viejos pellejos para la adolescencia patria, oíamos de nuestros progenitores una sentencia que, en cualquier ámbito de la sociedad, era sinónimo de admiración para con el destinatario: «Quien tiene el duro es el que puede cambiarlo». Los tiempos cambiaron y con el paso al euro no hubo actualización. Pero la lisonja sigue viva en el mundo del fútbol, con una definición más amplia: sólo quien tiene calidad puede rentabilizarla, al tiempo que multiplica el valor de quienes le rodean. Lo Celso. No éramos pocos lo que albergábamos dudas de su rendimiento a corto plazo. No por su calidad, indiscutible, ni por su edad, en plena madurez, sino por su trayectoria en las... Ver Más
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