Ocurrió el 9 de febrero de 2013. El hallazgo de unas cuerdas colgadas del campanario de la iglesia de San Pedro de Quintana del Marco, un municipio de la comarca leonesa del Páramo que en su día fue un importante enclave romano, alertó a la Guardia Civil. Unos ladrones se habían encaramado a casi 20 metros de altura con cuerdas de escalada, arneses y una escalera para hacerse con un busto romano togado encastrado en la espadaña del templo. El testimonio de una vecina del municipio, que había visto merodear un coche por la zona dos días antes, así como la prueba de la etiqueta de una bolsa de arneses hallada en la zona, ayudaron a la Policía Judicial a dar con la tienda en la que «los desaprensivos» se habían hecho con el material deportivo para cometer el delito, situada en la provincia de Sevilla. Finalmente el cruce de información con la Guardia Civil de la capital andaluza y del Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativo consiguió identificar y detener al grupo criminal, asentado en ciudad hispalense y dedicado al robo de obras de arte, muchas de ellas con destino fuera de nuestro país. Hubiese sido del paradero de esta cabeza de origen romano, data entre los siglos III y IV, de no dar con los ladrones, pero ese mismo año, en agosto se recuperaba la pieza para después depositarla en el Museo de León, donde ha estado hasta la fecha pasando por un complejo proceso de restauración que le ha permitido recuperar su esplendor, tal y como estos días se puede comprobar en la Feria AR-PA Turismo Cultural, que acoge el recinto ferial vallisoletano junto a Intur. El resultado de esa intervención ha sido presentada este sábado por el consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja , que se ha referido esta presentación como «un acto importante porque manifestamos un problema y una solución». El máximo responsable autonómico en materia de cultura y patrimonio, que ha destacado la colaboración entre administraciones que hubo en esta operación, ha alertado sobre «la situación inevitablemente difícil» en la que se encuentra el patrimonio asentado en el medio rural, con habitantes por lo general mayores si no sufre de despoblación, por lo que ha hecho un llamamiento a la sociedad «porque la actitud vigilante nos corresponde a todos «. No obstante, ha subrayado que la conciencia ciudadana «es cada vez mayor», conocedora del «inmenso patrimonio» que hay «repartido por todas las esquinas de Castilla y León». El consejero destacó el «maravilloso» trabajo de los efectivos de la Guardia Civil en la recuperación de obras expoliadas, y ha animado a volver a repetir una exposición que hubo en 2.000 con patrimonio recuperado por la Benemérita. El consejero ha felicitado también a Arancha Álvarez, restauradora del Museo de León, por su estupendo trabajo, ya que el busto había sido sometido a «tratos poco cuidados». La cabeza restaurada procede de la Villa Romana de los Villares, una de las más relevantes del noroeste peninsular. Fruto de diversos saqueos, terminó encastrada en la espadaña de la iglesia de la mencionada localidad leonesa.
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