Los estudios científicos basados en los alimentos que consumimos suelen despertar mucho interés porque consiguen desmontar mitos y poner énfasis sobre prácticas altamente saludables o que, por el contrario, acarrean riesgos que eran desconocidos. Investigaciones sobre el número recomendable de huevos o los beneficios de las nueces y el ayuno son perfectos ejemplos. Otro de los productos que genera más curiosidad es el café y si hay que limitar su consumo , si realmente ayuda tanto a combatir el sueño o si puede tener efectos negativos si se toma en exceso. Recientemente, un grupo de investigadores ha querido indagar más sobre sus reacciones y ha ahondado sobre su afectación en el cerebro humano. Históricamente muchos han creído sus beneficios para activar cuerpo y mente pero también para prevenir dolores de cabeza. Ahora, un grupo de investigadores estadounidenses ha analizado si puede llegar a producir daños cerebrales a partir de una edad. Estas son las conclusiones detalladas. Los investigadores analizaron entre casi 8.500 adultos con algún tipo de deterioro cognitivo los efectos que causan diferentes cantidades de café en la inteligencia fluida , una especie de medida que se refiere a las habilidades para el razonamiento abstracto, el reconocimiento de patrones y el pensamiento lógico. De allí sacaron sacaron una conclusión muy clara, que Infobae ha reproducido ahora, y es que se ha visto que en aquellos mayores de 60 años con algún tipo de deterioro cognitivo, el consumo de café empeora la situación. «El consumo moderado de café es aceptable pero el consumo excesivo probablemente no sea recomendable», destaca a la revista científica Medscape Medical News la doctora Kelsey R. Sewell, una de las investigadoras del estudio y que trabaja en el Advent Health Research Institute de Orlando (Florida). Así, desde su equipo recuerdan que el café consumido de manera moderada permite reducir el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, el Alzheimer o del Parkinson porque los granos de café contienen cafeína, ácido clorogénico y una mezcla de otras vitaminas y minerales que funcionan como compuestos bioactivos beneficiosos. Ellos mismos constataron que quienes no consumen café o tomaban un máximo de tres tazas diarias se daba un desarrollo más lento de estas enfermedades. Sin embargo, la investigación corroboró que un mayor consumo , por ejemplo de cuatro o más tazas diarias, entre mayores de 60 años que ya tienen algún tipo de deterioro cognitivo, está asociado a un desarrollo de la enfermedad más acelerado. La recomendación sería, pues, ingerir tres cafés al día como máximo tanto para los mayores que padecen algún deterioro cognitivo como para los que no.
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