El club de los cazatormentas, los hombres del tiempo 'amateurs' que bucean entre radares y modelos

En los albores de Twitter, cuando Elon Musk todavía sólo pensaba en coches eléctricos y cohetes que llegarían a Marte, un grupo de chavales comenzó a publicar en la red social del pájaro azul la temperatura que hacía en su pueblo o ciudad. El dato lo tomaban de estaciones meteorológicas que habían instalado en sus casas y que registraban también el viento o las precipitaciones. Algunos eran adolescentes, pero ya hace tiempo que dejaron de serlo, ya que esta historia se remonta a 2011. "Éramos 5 o 6 al principio", recuerda Francisco Jesús Núñez, técnico forestal y estudiante de geografía pero, sobre todo, aficionado a la meteorología y responsable de la cuenta @Meteogerena. Él formaba parte de esos primeros cazatormentas acostumbrados a mirar al cielo que decidieron volcar su hobbie en redes sociales para convertirse en un pequeño ejército de divulgadores del tiempo atmosférico.

"Me encantaba ver llegar las tormentas", cuenta este sevillano de 36 años, natural de la localidad de Gerena, a unos 30 kilómetros al noroeste de la capital andaluza. Procede de una familia de cabreros y sigue viviendo en este pueblo situado a un lado de la Vía de la Plata, ya camino de la sierra de Aracena, en Huelva. "Me iba con mi abuelo y mi padre y pasaba mucho tiempo en el campo; me impactaban esas nubes y ver llover", rememora. Por eso hizo estudios forestales y, con el tiempo se decidió a estudiar geografía para saber más de meteorología, aunque cuenta que no todos sus colegas de afición tienen estudios formales en la materia.

Antes de que existiera Twitter, Núñez volcaba su curiosidad en los foros dedicados a la meteorología. Ya entonces coincidieron algunos, pero fue con la llegada de la red social de microblogging cuando echó a andar esta comunidad de hombres del tiempo amateurs. Muchos siguen publicando a diario casi 15 años después, como los responsables de MeteoHuelva o MeteoEcoVisual, radicado en Sant Boi de Llobregat. Algunos de ellos mantienen un grupo de WhatsApp donde comparten información, aunque el sevillano admite que en los últimos años hay una proliferación de cuentas similares que multiplican su actividad en las estaciones lluviosas de la península, el otoño y la primavera.

"Yo es que soy muy cansino", confiesa Núñez, que admite que en semanas como la actual, cuando todo el mundo está pendiente del cielo, incluso le roba horas al sueño. Y lo emplea buceando entre mapas, modelos y radares. En medio de la conversación con esta redacción, incluso cortó la llamada durante unos minutos para poder grabar un chaparrón que caía en su pueblo en los últimos coletazos de esta BFA (borrasca fría aislada) asociada a la DANA que ha asolado Valencia. Desde que empezó el episodio que ha dejado al menos 150 muertos en la desembocadura del río Turia, Núñez ha publicado más de medio centenar de tuits informando sobre el tiempo. Y hay que sumar los retuits a las agencias oficiales o a cuentas similares con mapas e imágenes, pero también interpretación de unos datos que no son inteligibles para todo el mundo.

La AEMET lleva días avisando de la DANA. ¿Por qué no sonaron antes las alarmas?M. McloughlinA primera hora de este martes, la agencia ya decretó la alerta máxima. Los avisos pidiendo evitar desplazamientos y quedarse en casa tardaron 12 horas, cuando las lluvias torrenciales ya estaban cayendo y el agua había hecho estragos

Para conseguirlo, este aficionado sevillano tiene su propia estación meteorológica, pero también dedica tiempo a rastrear en los modelos -"no sólo en el europeo"-, en los radares disponibles en internet, los satélites y la información que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). "En los últimos años, con la popularización del cambio climático, la gente está más informada, pero también hay quien mezcla ciencia con ideología", lamenta Francisco Jesús Núñez, que alerta contra los "bulos y las mentiras" que muchas veces se publican en relación con el tiempo atmosférico. Y esa nueva práctica genera a veces conflictos. No es casualidad que su compañero de Sant Boi deje claro en su biografía de X que bloquea a quienes crean en los chemtrails, esa teoría que defiende que las estelas que dejan los aviones en el cielo son en realidad agentes biológicos.

"Hay que tener mucho cuidado, pero es verdad que yo no tengo muchos haters", relata este sevillano, que rehúye las discusiones, pero asegura que hay compañeros que han dejado de publicar por este motivo. "Sin ser científicos, estamos divulgando ciencia para que los ciudadanos lo entiendan", expresa Núñez, que hace unos años colaboró con una hermandad de la Semana Santa de Sevilla que se puso en contacto con él para saber si podrían realizar una procesión dadas las condiciones del cielo. Esa es una de las tareas más habituales de estos cazatormentas en Andalucía, informar en redes a los cofrades sobre cuándo caerá el chaparrón y si caerá en el recorrido de su cofradía.

Todas las alertas lanzadas se vieron superadas por el temporalTodas las alertas lanzadas se vieron superadas por el temporal

El pasado 12 de octubre estaba programada una procesión magna en Jerez de la Frontera en la que iban a salir 37 vírgenes, pero se acabó aplazando por los malos pronósticos. Al final no llovió tanto como estaba previsto, por lo que el responsable de MeteoCádiz se llevó más de una reprimenda en su cuenta de X. "El ser humano quiere controlarlo todo y saber qué va a pasar y en qué momento, pero eso no es posible", advierte Francisco Javier Núñez, que insiste en que muchas de las predicciones están basadas en la probabilidad de que una borrasca siga un camino u otro en base a unos modelos. "Y cada modelo puede tener 10 salidas; si en 6 llueve y en 4 no, habrá un 60% de posibilidades de lluvia, pero también un 40% de que no llueva", zanja.

Con esos mimbres, este meteorólogo amateur aconseja desconfiar de las aplicaciones sobre el tiempo que hay en la mayoría de móviles. Se trata de predicciones automáticas realizadas con "un modelo determinista", por lo que no son fiables como para creer en el pronóstico a pies juntillas. Con todo, Núñez les concede cierto mérito, ya que los avances tecnológicos han permitido contar con estas predicciones orientativas que, hace no tanto, eran muy difíciles de hacer. De lo que sí se fía el responsable de MeteoGerena es de los avisos de la Aemet, que tanto él como sus compañeros replican con asiduidad en esas cuentas de X que se han convertido, para muchos en el hombre del tiempo que antes congregaba a millones frente a la tele.

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