Estudiar un máster contribuye significativamente al desarrollo personal de los alumnos. Esta formación de posgrado no es una garantía de empleo, aunque los informes demuestran que ayuda a conseguirlo, pero está cada vez más generalizada la idea del máster como un elemento imprescindible para crecer personal y profesionalmente. «El máster es un elemento de valor para el estudiante que lo cursa, tanto desde la perspectiva del alumno más junior como del 'executive'», comienza por resaltar Orlando Rodríguez, responsable de Experiencia alumno Posgrado de la Universidad CEU San Pablo. Estos estudios permiten el desarrollo de conocimientos especializados, «mejorando las competencias profesionales, y ayudando a desarrollar una mentalidad más analítica y crítica». A su vez logran desarrollar habilidades esenciales para las empresas como adaptación a los cambios y aprendizaje continuo, pensamiento crítico, creatividad e iniciativa, trabajo en equipo y comunicación efectiva, autodisciplina y gestión del tiempo u orientación a resultados, «aspectos claves para el crecimiento personal, ya que aprenderán a manejar múltiples proyectos y a establecer y alcanzar metas, mejorar su capacidad para enfrentar situaciones complejas y para la toma de decisiones, preparando a los alumnos para asumir roles de liderazgo y responsabilidades mayores», subraya Rodríguez. El máster impulsa el crecimiento intelectual y personal ya que «los retos académicos y las investigaciones avanzadas empujan a pensar de manera más profunda y a cuestionar sus propias creencias y suposiciones. Este proceso ampliará su forma de ver el mundo y su capacidad de resolución de problemas», añade Mar Morales, directora de la unidad de Posgrado del CEU San Pablo. «Un máster desafía al alumno a crecer, aprender y adaptarse en múltiples aspectos de su vida profesional y personal», puntualiza. Les ayuda a lograr sus metas profesionales y les proporciona las competencias y conocimientos necesarios para avanzar en su carrera profesional. La especialización que se logra durante los estudios de posgrado fomenta el pensamiento crítico, la capacidad de resolver problemas complejos y el desarrollo de competencias técnicas específicas. «Todas estas características impulsan la empleabilidad de los estudiantes de máster», explica Isabel Alonso Belmonte, vicerrectora de Estudios de Posgrado de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Desde este centro universitario aconsejan optar por estudios de máster en áreas como las Ciencias de la Salud (para acceder a especializaciones clínicas o de investigación médica), la Ingeniería (para liderar proyectos complejos en campos emergentes como la inteligencia artificial o la computación cuántica), la Tecnología y la Ciencia de Datos (para mantenerse competitivo en sectores en rápida evolución) y en el mundo de los negocios (MBAs y programas relacionados son muy valorados en el ámbito empresarial), entre otros sectores. «Contar con un máster es un requisito para acceder a determinados puestos en algunos sectores. En otros, puede ser un elemento diferenciador clave frente a otros candidatos. Por otro lado, las redes de contacto que se establecen con profesores y profesionales del sector durante el máster suelen facilitar el acceso a diversas oportunidades laborales», pone en relevancia Belmonte. En la UAM han notado que la formación continua de sus alumnos ha aumentado considerablemente en los últimos años, «debido a la competitividad del mercado laboral, que exige un conocimiento actualizado y adaptable, y la demanda de nuevas competencias y habilidades por parte de las empresas». Muchos alumnos eligen un máster para profundizar en su campo de estudio y así conseguir ampliar sus oportunidades profesionales. En el CEU San Pablo, por su parte, enumeran varias motivaciones de los alumnos al elegir un máster. Entre ellos «la empleabilidad, que la propuesta de la experiencia de aprendizaje tenga calidad acreditada y reconocimientos de relevancia, y que encaje con sus preferencias y sueños para lograr sus metas profesionales. Un adecuado claustro, que combine excelentes académicos con profesionales y directivos en activo que puedan aportarle experiencias pegadas a la realidad empresarial. Una experiencia internacional, la generación de una red de contactos de relevancia y contar con una red de referencias y testimonios de otros profesionales que hayan pasado por el máster, o bien lo estén cursando», indica Orlando Rodríguez. Sin duda que el entorno, las empresas, la globalización, la digitalización y ahora la IA están generando constantes cambios, «y la necesidad de una formación permanente para impulsar la empleabilidad y poder seguir manteniéndose relevante y competitivo en el mercado laboral es esencial», cuenta Mar Morales. Los másteres ofrecen ese reciclaje y mejora de las competencias ('reskilling' y 'upskilling') necesarios para lograr, «o bien un cambio de empresa o sector, o bien impulsar su carrera dentro de su organización, así como también mantener su perfil profesional acorde a las nuevas demandas del mercado laboral», puntualiza. En la Universidad San Pablo CEU, la ratio de empleabilidad de los alumnos de Posgrados CEU alcanza el 97, 32% y, el tiempo medio en encontrar trabajo es de 2,16 meses para un alumno que realiza un Máster CEU, por debajo de los tiempos que necesitan los perfiles solo con estudios de grado y mucho más reducido que los que tienen otro tipo de titulaciones Los másteres generan también un espacio de conocimiento a través del desarrollo de iniciativas con empresas que ayudan a incrementar la posibilidad de empleo de los alumnos, en un entorno colaborativo, «convirtiéndolos en profesionales preparados para la realidad de las empresas y con valores que les permita dejar una huella positiva en su entorno y en la sociedad», recuerda el responsable de Experiencia alumno Posgrado de CEU San Pablo. Ofrecen igualmente la posibilidad de realizar prácticas en empresas y se crean salidas laborales y en esta universidad, por ejemplo, ofrecen una atención personalizada al alumno, «con planes de desarrollo, programas de mentoring, formación y asesoramiento de cara su inserción laboral, que asegure una empleabilidad acorde a la formación del candidato y que sea significativa para su proyección profesional», añade este experto. «Hoy en día elegir hacer un máster nos puede diferenciar del resto de candidatos en un proceso de selección siempre y cuando sea un valor añadido a dicha posición pero es importante saber, cuál, dónde y cómo hacerlo», resalta Sara Álvarez, directora de atracción de talento de The Adecco Group. Asegura que el valor añadido que un máster puede ofrecer a un candidato «es una especialización o un conocimiento más profundo y avanzado en un área en concreta, además nos aporta un desarrollo competencial de liderazgo, organización, planificación, comunicación, orientación al objetivo, etc. Por otro lado, nos puede aportar ampliar nuestra red de contactos profesionales útiles para nuestra vida o actividad laboral», añade. Además, recuerda que seguir formándonos y seguir aprendiendo «demuestra nuestra curiosidad y creencia en la mejora continua, resaltando el querer ser mejor profesional y aportar mayor conocimiento a la compañía». Es verdad que los estudios de posgrado no son un requisito obligatorio para optar a un puesto de trabajo en España, pero sí son un elemento diferenciador en la empleabilidad de un candidato. Solo un 1,89% de las ofertas especifica como requisito este tipo de formación, según el informe «Infoempleo Adecco 2022: Oferta y demanda de empleo en España». Sin embargo, según el INE, la tasa de empleo de los titulados de postgrado en nuestro país se sitúa en un 87,3%. Para la directora de atracción de talento de The Adecco Group hay algunos sectores donde poseer un máster «es crucial o diferencial el especializar conocimientos o habilidades en ciertas áreas, ejemplos claros lo podemos ver en sectores de Salud para las especialidades, investigación o dirección, otro de los sectores con alta empleabilidad es el área técnica, donde dicha formación le hará más especialista en diversos campos y en las tendencias de estos sectores como el tecnológico, ingeniería, matemático, etc». Igualmente considera que el sector de las finanzas o el económico pueden ser un valor diferencial, al igual que en humanidades donde la realización de máster evoluciona hacia la investigación, social, organizaciones internacionales, etc. Sara Álvarez habla de una mejoría, por lo general, en la remuneración de las posiciones que exigen un máster aunque «la demanda en oferta a nivel formativo no es muy alta con el requerimiento de máster, habiendo sectores donde hay una mayor demanda como en consultoría, jurídico, también hay que destacar que tiene una tasa menor de desempleo en comparación a otros niveles formativos». En relación a considerar el máster como una herramienta para cambiar de área de trabajo, Álvarez considera que estos estudios facilitan un conocimiento más profundo y mayor especialización y «todo ello puede facilitar la mejora profesional, abriéndose nuevas oportunidades laborales ya que ampliamos nuestro expertise pero con ello también hablamos de nuestras competencias como la iniciativa a adquirir nuevas habilidades y conocimientos o la curiosidad de seguir aprendiendo». También es importante tener en cuenta que cuando se realizan estos estudios mientras se está trabajando implica la cultura de sacrificio, gestión del tiempo, planificación como competencias que estamos desarrollando con estos comportamientos, «por lo que realizar un máster no solo amplia nuestras 'hard skills' sino también impacta en nuestras 'soft skills'», puntualiza directora de atracción de talento de The Adecco Group. Desde esta consultora han notado que en los últimos años han notado que ha crecido esta formación y así lo ven en los curriculum reflejado, también en ciertas ofertas han aumentado la demanda de máster y de la especialización que ofrecen estos estudios, «esto ofrece un impacto positivo a las personas que lo realizan y además vemos que hay sectores donde demandan dicha especialización. El aumento de máster refleja la especialización de los candidatos».
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