La Universidad de León presentó ayer los resultados del nuevo informe GEM de Castilla y León que mide la iniciativa y actividad emprendedora a lo largo del 2023 y que se situó en el 5,3%, una décima por encima del ejercicio anterior. Una tasa ligeramente inferior a la media nacional (6,8%) y que coloca a la Comunidad en una posición intermedia del ranking nacional, que lideran Islas Baleares (8,8%) y la Comunidad de Madrid (7,8%). Sin embargo, según destacó Daniel Alonso, responsable del estudio y director del área de Empleabilidad de la ULE, al analizar las empresas consolidadas, Castilla y León alcanza un 6,4%, casi a la par del conjunto del país, y con un abandono empresarial del 2,8% frente al 3,2% de España. «Aunque las tasas de inicio sean más bajas luego demuestran una mayor efectividad y tienen más posibilidades de éxito», resaltó. El que es «único estudio en materia de emprendimiento» que se lleva a cabo en la autonomía señala en cuanto al capital necesario para emprender que el 64% de los nuevos negocios requirió menos de 30.000 euros, «lo que facilita el acceso a financiación y la puesta en marcha de los proyectos» como demuestra que los ahorros personales (50,6%) son la principal fuente de financiación, seguido del apoyo familiar (14,8%) y el respaldo de otras instituciones. Alonso quiso destacar también como el 12% de los proyectos de negocio que se pusieron en marcha necesitaron de un capital semilla superior a los 100.000 euros, lo que apunta a un crecimiento de empresas con un mayor tamaño. Al respecto, se puso de manifiesto la aparición de los 'Business Angels', es decir, inversores de capital privado, que en 2022 no constituía una fuente de financiación para los emprendedores en 2023.Los hombres siguen presentando una mayor tasa emprendedora con un 6,1% frente al 4,4% de mujeres. En comparación con las cifras españolas, la participación femenina en todas las fases del emprendimiento es menor en el caso de Castilla y León. Asimismo, respecto al emprendimiento potencial, es decir, aquella población que pretende hacerlo en los próximos años, Castilla y León arroja una tasa del 8,2%, superando a regiones como País Vasco (6,5%) y Navarra (6%), siendo el principal motivo para emprender ganarse la vida ante la escasez de trabajo, seguido del ánimo por generar riqueza y continuar con la tradición familiar Por tramos de edad, los jóvenes 18 a 24 años poseen una intención emprendedora y un nivel de emprendimiento superior a la media nacional, con un 11% frente al 5%, lo que pone de manifiesto que una posible mejoría del emprendimiento a futuro. En cuanto al nivel educativo, se observa un crecimiento en personas con estudios universitarios, de forma que más del 70% de los emprendedores recientes arrojan habilidades y conocimientos medios o altos, consolidándose las vocaciones emprendedoras en población de mayor cualificación. La mayoría de los emprendedores funcionan a través de microempresas, y con una estabilidad laboral que supera a la media nacional y la previsión de que el 54,1% de los emprendedores puedan crear algún empleo en los próximos cinco años. Durante la presentación del informe se puso de manifiesto el carácter innovador de las empresas de la Comunidad. Concretamente, el 36% de los emprendedores recientes han incorporado innovaciones en productos o procesos, alcanzado el 100% en aquellos entre los 18 y 24 años, en ambos casos por encima de la media nacional. Asimismo, cerca del 73% de los emprendedores recientes se han subido a la era de la digitalización, y uno de cada diez ya utilizan activamente las herramientas de Inteligencia Artificial. Asimismo, casi uno de cada cuatro de los de nuevo cuño venden a clientes internacionales, porcentaje que se eleva al 33,6% cuando estas iniciativas se consolidan.
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