El Gobierno de Castilla-La Mancha ha publicado este lunes en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha la aprobación del Proyecto Prioritario presentado por la Nortiben Green Energy SL para la puesta en marcha la planta de biometano que estará ubicada en la localidad toledana de Gálvez ( Toledo ), municipio de 3.000 habitantes con gran peso en su economía local de la agricultura y la ganadería. El proyecto nace con el « consenso alcanzado a nivel social, técnico, medioambiental y político « de las instancias municipales, provinciales y regionales que han tramitado los informes del proyecto presentados en mayo de 2023 y que permitirá para poner en marcha la planta, cuyas obras comenzarán, adaptándose a los plazos establecidos, antes de finalizar el año, según ha informado la compañía en nota de prensa. La inversión total para poner en marcha esta planta asciende a 13 millones de euros y generará en su fase de construcción más de 50 puestos de trabajo y hasta 15 empleos fijos de manera directa cuando esté a pleno rendimiento. Nortiben ha reflejado en el proyecto de Gálvez la «excelencia técnica y medioambiental» implantada en las actividades que desarrolla a través de sus filiales, orientadas al desarrollo de proyectos de descarbonización en España. Las inversiones que Nortiben prevé desarrollar en los próximos años ascenderán a 300 millones de euros en las distintas comunidades autónomas. Convertir residuos ganaderos y agroalimentarios en energía limpia Las plantas de biometano son una solución a la gestión de residuos del sector primario, contribuyendo a reducir los gases de efecto invernadero al convertir los residuos ganaderos y agroalimentarios en energía limpia, ayudando además a agricultores y ganaderos de la zona a gestionar esta materia, formando las plantas un eslabón imprescindible en la cadena de la economía circular. Nortiben Green Energy generará a través de la planta de biometano de Gálvez energía limpia para abastecer a 20.000 hogares. El biometano, con una huella de carbono neutra o incluso negativa, se perfila como una alternativa sostenible y eficiente que evita las emisiones directas del gas fósil al que reemplaza. La planta de Gálvez no solo representa una alternativa sostenible para la descarbonización, sino que también constituye un avance significativo en la búsqueda de soluciones para los problemas energéticos y paralelamente a la gestión de los residuos generados por la ganadería y la agricultura. El biometano es una opción «real y eficiente», afirman desde la compañía, para reducir las emisiones de carbono en sectores clave como el transporte, la industria, la agricultura y la ganadería
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