La memoria del duelo funciona a capricho. De los muertos se guardan los datos más curiosos de manera que pasamos a la historia guiados por el más puro azar. Si en la calle 9 de Octubre de Paiporta el reportero pregunta por cómo era Emilieta, la vecina cuyo cadáver acaba de levantar la forense, todos los vecinos coinciden en que le gustaban las plantas. Que le gustaban mucho, quizás exageradamente las plantas y pasaba sus últimos años de vida cuidándolas en un patio casi amazónico. Porque la casa de Emilieta tenía patio, pero como tantas no tenía escalera para subir a la planta superior, así que ella y su marido Salvador -que trabajaba en un vivero y quizás ahí surgió... Ver Más
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