El jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), el teniente general Javier Marcos, ha reivindicado este viernes la respuesta que han dado todos los servicios de emergencia a la catástrofe provocada por la DANA y, en especial, la actuación de las Fuerzas Armadas. «Nadie podía prever la magnitud de lo que ocurrió», ha sostenido en una comparecencia en el Ministerio de Defensa tras la reunión diaria del comité de crisis para el seguimiento de la tragedia. Es su segunda comparecencia pública desde la inundación, la primera el pasado lunes en el Palacio de la Moncloa. Ante las críticas sobre la dimensión de la respuesta ante la magnitud de la tragedia, el general se ha remitido a unas palabras de un vecino afectado al que ha confesado que él mismo preguntó si creía que había fallado algo. «Comenzó a llorar y me dijo que nadie ha llegado tarde», ha confesado apuntando a la cantidad de agua que en minutos asoló varias localidades. El jefe de la UME, máximo responsable militar del despliegue, ha insistido en que se intervino «lo antes posible». «Desde punto de vista de la UME lo que me llegó no falló. Se informó en tiempo oportuno todo lo que se pudo», ha insistido apuntando también en varias ocasiones la relación entre la Comunidad Valenciana y el Ministerio del Interior «fue correcta». Las Fuerzas Armadas tienen responsabilidad sobre un área de 4.608 kilómetros cuadrados, el 43% de la superficie de la provincia de Valencia. Hasta el momento, ha sostenido que «se ha avanzado mucho y se ha trabajado mucho» aunque «queda mucho trabajo por hacer». Están desplegados un total 8.478 efectivos de la UME y los Ejércitos y hay cuatro localidades aún marcadas como zonas rojas de máxima necesidad: Paiporta, Catarroja, Masanasa y Chiva. «No es una operación militar, es una operación de emergencia con fuerzas militares», ha reivindicado.
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