El jurado popular declara culpable al hombre que asesinó a su pareja en un rito esotérico en Puente de Vallecas

Un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha declarado culpable a Gustavo Daniel Ocampo , acusado de matar el 2 de abril del 2023 a su pareja en un piso de Puente de Vallecas en el transcurso de un ritual. El juicio por el brutal asesinato de Pedro Luis Gómez Escamilla quedó la semana pasada visto para sentencia. El abogado de la familia reprochó al procesado en su interrogatorio que no tuviera «palabras bonitas» hacia el que fue su pareja, a quién clavó un destornillador en el ojo . En una lectura pública, el tribunal de jurado leyó en presencia del procesado el veredicto alcanzado en el que es declarado culpable de asesinato, con circunstancia agravante de ensañamiento por las múltiples lesiones infringidas a la víctima. En el veredicto también se aprecia una eximente incompleta por alteración psicológica. El letrado Alberto Ruiz de Alegría García solicitará la nulidad del juicio al considerar que el jurado no ha valorado un informe forense que determinaba que el procesado tenía las facultades cognitivas y volitivas completamente anuladas. En las periciales, los forenses certificaron que el acusado sufrió un trastorno psicótico probablemente por el consumo de estupefacientes, mientras que los agentes de la Policía Nacional que acudieron al domicilio ratificaron que estaba completamente ido con un crucifijo entre sus manos que hizo con palos y una imagen de Jesús. En su declaración, Gustavo narró que en el momento de los hechos perdió la conciencia y no recordaba nada de lo sucedido, señalando que nunca le había agredido antes, ni había deseado su muerte. En su declaración, el agresor relató que mantuvo una relación sentimental con el fallecido entre 2019 y 2021. En el momento de los hechos, abril de 2023, ya no eran pareja aunque residían bajo el mismo techo. En aquella época, consumía metanfetamina fumada y algo de ketamina . El acusado, que se intentó suicidar hace dos meses, negó que le gustara el esoterismo y la magia, algo que, según dijo, sí le atraía a la víctima y a su familia. En la escena del crimen, la Policía halló sal esparcida por el suelo y un libro de rituales. La noche del 1 al 2 de abril consumió metanfetamina y se encontraba en la vivienda. Su expareja había salido y llegó sobre las seis de la mañana al piso. «Yo estaba en la cocina y encontré un libro de rituales detrás de un cuadro y me enfado. Discutí con él como tantas veces y me pidió que no me fuera de casa», detalló. En un momento determinado de la noche y tras tomar un café, empezó a sentirse mal y no sentía las manos. «Perdí la conciencia y ya no recuerdo nada», relató sin recordar haberle agredido. «Nunca deseé su muerte», manifestó. La conciencia la recobra días después cuando estuvo ingresado en una unidad psiquiátrica de un hospital madrileño, teniendo conocimiento de los hechos ya en la cárcel de Soto del Real. Gustavo golpeó y apuñaló con un destornillador a su pareja en diversas partes de la cabeza y el cuerpo. Tras asesinarlo, el homicida cogió su teléfono para grabarse y difundir posteriormente un vídeo en las redes sociales donde se veía cómo con una mano sostenía un cuadro con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y dos maderas con la forma de la Santa Cruz. «Lo siento mucho», expresó al final del vídeo. Varios agentes de la comisaría de Puente de Vallecas se personaron en la vivienda a las 7.30 horas. Entonces indicaron que Gustavo se encontraba bajo los efectos de estupefacientes. Encontraron el cadáver de Pedro semitumbado, chorreando sangre sobre la pared y con dos destornilladores clavados en el abdomen y otro en un ojo. En total le ocasionó hasta 71 lesiones, 14 lesiones contusas, 3 incisas, 30 lesiones punzantes, 22 lesiones inciso punzantes y 2 lesiones de otro tipo. A consecuencia de la agresión la víctima falleció ese mismo día. El escrito del fiscal señala que como consecuencia de la agresión, la víctima falleció ese mismo día, presentando múltiples heridas por arma blanca, con hemorragia de focos múltiples tanto externa como interna, conduciendo a una severa pérdida de volumen sanguíneo y fracaso de la función vital circulatorita como causa inmediata de la muerte. El acusado, en el momento de los hechos, presentaba trastorno psicótico no filiado y probable psicosis inducida por tóxicos. Gustavo está privado de libertad por esta causa desde el mismo día del homicidio. La Fiscalía que pide 14 años de cárcel, añade que en caso de que se dicte sentencia condenatoria y se acuerde la sustitución de la pena privativa de libertad por expulsión, se proceda al cumplimiento inmediato de la pena privativa de libertad en un establecimiento penitenciario en tanto se ejecutan los trámites de la expulsión, que deberá hacerse efectiva en el plazo más breve posible y, en todo caso, dentro de los treinta días siguientes

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