El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Briviesca ha admitido la demanda de desahucio en precario presentada por la diócesis de Burgos contra las exmonjas del monasterio de Belorado, que ocupan el cenobio «sin título legal» desde que fueron excomulgadas. El escrito de admisión cita nominalmente a las 10 exreligiosas y también a «quienes permanecen en el monasterio sin título legal ni autorización (ignorados ocupantes)», en referencia al obispo Da Silva o familiares de las exmonjas, según ha explicado el arzobispado burgalés. El decreto de desahucio no afecta a las cinco monjas mayores, ya que ellas no fueron excomulgadas y, en este momento «constituyen propiamente la comunidad monástica de Belorado y residen legalmente en el monasterio». El texto concede un plazo de diez días para contestar la demanda. Además, también ofrece la posibilidad de celebrar una vista el 19 de diciembre de 2024, y «se señala el 23 de enero de 2025 para la práctica del lanzamiento, en el caso de no comparecer el demandado en legal forma», explica la nota emitida por el arzobispado. Además, el decreto de admisión también encomienda a la Guardia Civil la tarea de identificar a las personas que ocupan el inmueble, además de las propias exmonjas. De acuerdo al decreto, la oposición del demandado, en este caso las exreligiosas excomulgadas «podrá fundarse exclusivamente en la existencia de título suficiente frente al actor para poseer la vivienda o en la falta de título por parte del actor». En ese sentido cabe recordar que el inmueble está inscrito a nombre del Monasterio Santa Clara de Belorado y su representante legal en el registro de entidades religiosas, desde que fuera nombrado como comisario pontificio, es el arzobispo de Burgos. El arzobispado también señala que, ante la posibilidad de volver a recuperar el acceso al edificio, la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu «ha previsto la atención inmediata a las hermanas mayores en el mismo Monasterio de Belorado, desplazando hermanas procedentes de otros monasterios, en cuanto las exreligiosas no impidan su acceso». En la actualidad, de las diez religiosas que suscribieron el Manifiesto Católico que las situaba en situación de cisma y llevó a su excomunión sólo quedan ocho en el monasterio, tras la salida en verano de la que fuera vicaria general , conocida como sor Paz en su etapa religiosa, y de sor Adriana hace unas semanas. Además de las exreligiosas en el recinto monacal de Belorado también se encuentra el obispo sedevacantista brasileño Da Silva, lo que confirmaron las propias exreligiosas en un comunicado en el que puntualizaban que «no está en el monasterio sino en las dependencias externas a la clausura». También viven varios familiares de las exmonjas, como la madre de la exreligiosa anteriormente conocida como sor Israel, una trabajadora de la Conferencia Episcopal que se encuentra de baja desde que comenzó el conflicto y a cuya cuenta iban dirigidos los ingresos por la venta de ornamentos litúrgicos a través de los portales Wallapop y Todocolección.
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