«Es un orgullo. No hay una obra de esta magnitud en lo económico en toda la Comunidad». Son palabras del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que se refirió de esa manera al nuevo hospital de Aranda de Duero (Burgos) en construcción desde hace un año y cuyas obras visitó en la tarde de ayer. Más de 110 millones de euros para levantar «un hospital de vanguardia, de última generación» que, según dijo, «va a ser un revulsivo que va a permitir retener y atraer talento». Un deseo nada despreciable en un momento en el que la gran preocupación de las administración sanitaria pasa por fidelizar y captar profesionales, más aún cuando se trata de instalaciones comarcales, como es el caso de Aranda. El nuevo hospital ribereño debería ser una realidad, al menos en su estructura, en abril de 2027. Después habrá que equiparlo y eso llevará algunos meses más para que arranque definitivamente su funcionamiento. Sacyl adjudicó la construcción del centro, por 108 millones de euros (supera 110 con la redacción del proyecto) en julio de 2023, si bien la firma del acta de comprobación de replanteo que marca el inicio de las obras no se produjo hasta el mes de octubre de ese mismo año. Es a partir de entonces cuando hay que contar los 42 meses de plazo que tiene la empresa adjudicataria, FCC Construcción, para levantar el edificio, que sustituirá al actual hospital de los Santos Reyes para dar cobertura a una población estimada de 55.000 personas repartidas en 114 localidades de Burgos, Segovia y Soria. Será un centro «más amplio, cómodo y tecnológico» -señaló Mañueco-, que permitirá reducir en un 30 por ciento las derivaciones de pacientes a otros centros hospitalarios de referencia de las provincias vecinas o no tan vecinas, ya que contará con especialidades que hasta ahora no tenía. Menos traslados, en definitiva, para los enfermos y más calidad y confortabilidad, lo que se espera que sirva de estímulo para la incorporación de nuevos profesionales sanitarios al disponer de más actividad, con mayor complejidad y mucho más resolutiva. El edificio multiplicará por cuatro la superficie del actual Hospital Santos Reyes. También incrementará el número de profesionales, según avanzó el presidente de la Junta, y la actual cartera de servicios incorporando más quirófanos; una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ocho puestos; una Unidad de Diálisis con 14 y sala de entrenamiento para la diálisis peritoneal, y una nueva Unidad de Hospitalización a Domicilio. A su vez, se integrarán todas las consultas externas, que aumentan de las 27 actuales a las 43, en un solo edificio. Está previsto que en la planta baja se ubiquen las urgencias, que pasarán de los nueve puntos de atención a 39; y está contemplada también la base de emergencias sanitarias La primera planta contará con los gabinetes de exploración (que pasan de 12 a 25), los laboratorios, la UCI y el bloque obstétrico, cerca del cual se ubicará la Unidad de Hospitalización Materno Infantil y los laboratorios. En este espacio también estarán el bloque quirúrgico, con cinco quirófanos (dos de ellos para cirugía mayor ambulatoria) y una zona de reanimación postanestésica que aumenta de tres a nueve boxes, el hospital de día quirúrgico, las endoscopias y la esterilización. Las dos últimas plantas se van a reservar a la hospitalización de pacientes. Una de las novedades más destacadas, incidió Mañueco, es que este área incrementa el número de camas, pasando de las 111 actuales a 144, de las cuales 18 serán para obstetricia y pediatría.
abc.es