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Nuevo capítulo en la "pausa diplomática" que tensa desde hace más de cinco años las relaciones bilaterales entre España y México. Tras haberse impuesto a su opositora Xóchitl Gálvez en las pasadas elecciones del pasado 3 de junio, la presidenta electa Claudia Sheinbaum tomará posesión del nuevo cargo el próximo 1 de octubre en Ciudad de México. Sin embargo, a pesar de que será uno de los acontecimientos más importantes para el país en los últimos años, no habrá ninguna representación española en el acto oficial. Y es que, después de que México haya decidido no invitar al rey Felipe VI a la ceremonia, el Gobierno de España ha confirmado que no participará en la toma de posesión de ninguna forma, al considerar "inaceptable" la no invitación al monarca.
A principios de junio, Claudia Sheinbaum se impuso a Xóchitl Gálvez en unas elecciones clave para el futuro de México. Tras la victoria de la miembro fundador del partido Morena, el presidente en funciones hasta el momento, Andrés Manuel López Obrador, aseveró que la nueva presidenta tendría la oportunidad de retomar con España las relaciones bilaterales que él mismo había puesto en "pausa" en el año 2022 al considerar que no existía "respeto" por parte de España.
MEX9392. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 22 09 2024.- La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum (c), participa en el VII Congreso Nacional Extraordinario de Morena este domingo, en la Ciudad de México (México).Sin embargo, ahora, tras la "no invitación" a Felipe VI a la toma de posesión y después de que el Gobierno de España haya respaldado al monarca y haya rechazado su exclusión en la ceremonia, parece que la pausa que existe entre ambos países desde hace un lustro va a continuar presente. Pero, ¿cuál fue el primero de los desencuentros entre ambas naciones?
Todo comenzó en el año 2019. Por aquel entonces, Andrés Manuel López Obrador, presidente del Gobierno de México, envió una carta al rey Felipe VI y otra al Papa Francisco exigiendo que pidieran perdón a los pueblos originarios de México por los abusos que se habían cometido en el pasado durante la conquista.
"Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubo matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz", aseguró por aquel entonces el presidente mexicano por medio de un vídeo que publicó en redes sociales.
El Gobierno considera "inaceptable" la exclusión de Felipe VI en la toma de posesión de la presidenta de MéxicoM. M.El Ministerio de Exteriores ha informado en un comunicado que España no participará en el evento "a ningún nivel", es decir, no enviará ningún representante
El Gobierno de España no tardó en responder a las acusaciones de López Obrador asegurando por medio de un comunicado que "la llegada hace 500 años de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas". "Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres, con una herencia común y una proyección extraordinaria", afirmó el Gobierno.
La respuesta no sirvió al presidente mexicano, que entendió las palabras del gobierno español como una negativa a pedir perdón. Dos años más tarde, López Obrador volvió a poner el foco en el mismo tema. En esta ocasión, de nuevo aseguró que España debía pedir perdón por los hechos que ocurrieron durante la conquista. Sin embargo, esta vez sus palabras derivaron de una intervención pública del expresidente José María Aznar, que se negó a pedir perdón.
"Yo no voy a engrosar las filas de los que piden perdón, no lo voy a hacer, lo diga quien lo diga. Por defender la nación española y la importancia histórica de la nación española, las creaciones históricas de la nación española, con sus claros y sus oscuros, con sus aciertos y sus errores, estoy dispuesto a sentirme orgulloso, pero no voy a pedir perdón", aseguró.
¿Te imaginas elegir a los jueces por voto popular? El 'regalo de despedida' de AMLO para MéxicoAlejandro Fernández. Ciudad de MéxicoLos miembros de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal electoral y de otras cortes menores se verán sometidos a votación popular. López Obrador cumple así una de sus obsesiones justo antes de dejar el poder
Sin embargo, las palabras de Aznar no quedaron ahí. Y es que el expresidente cerró su discurso refiriéndose directamente al presidente de México por aquel entonces, sobre el que aseguró que sus apellidos tienen origen español. "Ahora dice usted que España tiene que pedir perdón. Y ¿usted como se llama? Dígame como se llama. Me llamo Andrés Manuel López Obrador", expresó Aznar.
Las palabras tuvieron consecuencias un año más tarde. Y es que, en el año 2022, López Obrador propuso una "pausa" en las relaciones con España con el objetivo de poder pasar página de una etapa en la que, según aseguró el mandatario, autoridades y empresas españolas se han aprovechado de la nación mexicana.
"Vale más darnos un tiempo, hacer una pausa. A lo mejor cuando cambie el Gobierno (el mexicano) ya se restablecen las relaciones", explicó haciendo referencia a que España veía a México como "una tierra de conquista". "Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben", aseguró. Meses después volvió a insistir que la "pausa" continuaba al considerar que no hay "respeto" por parte de España.
La exclusión a Felipe VIFelipe VI ha asistido a las inauguraciones de los presidentes iberoamericanos, tanto como Príncipe de Asturias como ahora, que ostenta el cargo de Rey de España. Y es precisamente por este motivo por el que llama especialmente la atención que ahora no haya sido invitado a la toma de Claudia Sheinbaum. Y más aún al tratarse de la primera mujer que llega al poder en México. Desde el gabinete de la presidenta electa ya han confirmado la asistencia de multitud de jefes de Estado, como por ejemplo Brasil, Chile o Colombia, entre otros.
Tras lo ocurrido con Felipe VI, el Gobierno de España confirmó este martes que no participará en el evento "a ningún nivel", es decir, no enviará ningún representante. Sin embargo, no serán las únicas sillas que vayan a quedar vacías. Y es que ningún país europeo tiene previsto enviar a sus jefes de Estado o de Gobierno.
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