El «clamor» con el que resonó la plaza el miércoles, donde cerca de 4.000 personas alzaron la voz en contra de la pretensión del Ayuntamiento de Burgos de suprimir las ayudas municipales a las asociaciones que trabajan con inmigrantes en las cuentas de 2025 por imperativo de Vox, llevaron ayer la «reflexión» y a la rectificación a la alcaldesa, la popular Cristina Ayala . «Esa partida iba en nuestro borrador de presupuesto inicial y se quitó por exigencia de Vox, pero siempre hemos pensado que hacen un trabajo fantástico, un trabajo en red que es muy difícil de suplir», aseguró la regidora para sostener el cambio de postura . Reconoció que «muchas personas» habían reclamado al equipo de Gobierno su marcha atrás y la movilización convocada por las tres organizaciones que habían sido vetadas -Accem, Atalaya Intercultural y Burgos Acoge - fue «muy transversal» y «muchos burgaleses mostraron su desacuerdo». Así que ayer por la tarde, tras reunirse con su equipo, Ayala dio a conocer que mantendrán esa partida, pese al órdago de su socio, a quienes antes de hacerlo público comunicó su decisión. También se la trasladó a los responsables de su partido: la secretaria general, Cuca Gamarra, y los presidentes del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y de Burgos, Borja Suárez, presente en la rueda de prensa. Para Ayala, la rectificación corresponde a una cuestión de «responsabilidad tras pensarlo, hablar con ONG, con vecinos que se han acercado y después de esa manifestación», también llamada por Cáritas, a quien no se pretendía suprimir la ayuda, pero que ya había avanzado que la rechazaría de aplicarse el tijeretazo al resto. Un cambio de postura, añadió, «para que Burgos sea más tolerante, más diverso y haya una mejor convivencia». «Estoy convencida de que todos los que me dieron su apoyo en mayo de 2023, como los que no me dieron su apoyo por una u otra razón, quieren que echemos atrás esta decisión», afirmó, convencida de que «sería ridículo que por 119.000 euros -el montante de las ayudas en un total que se eleva hasta los 250 millones- peligrase un proyecto de ciudad excepcional, que es lo que se plantea en los presupuestos de 2025». Su deseo, dada la minoría del PP, es seguir gobernando con Vox hasta el final de mandato. E, incidió, entenderse con el PSOE lo ve difícil cuando «no están de acuerdo en nada y se oponen a todo, lo que hace casi imposible hablar con ellos, porque incluso faltan al respeto a concejales y a la alcaldesa». La otra parte de la coalición, Vox, en principio no parece que busque la ruptura -llegado el caso lo deben consultar a nivel nacional- y su intención es seguir en el equipo de Gobierno en el que entraron en junio de 2023. Eso sí, ya tienen esbozadas nuevas peticiones para esos presupuestos. Y para lograrlas aprovecharán la vía que abrirá el PP con la enmienda al proyecto de las Cuentas que se debatirá el próximo martes en la Comisión de Hacienda. Si en ese momento los populares introducirán la suya para recuperar las ayudas a las ONG, Vox planteará otra transaccional en la que exigirá el seguimiento y control para que todos los fondos que destine el Ayuntamiento a esas organizaciones se destinen a «inmigrantes legales». Que no vaya a parar ni un solo euro a «ilegales», señaló el vicealcalde, Fernando Martínez-Acítores, en otra comparecencia, acompañado por el resto de concejales de la formación. Aunque todavía no tienen definida por completo su petición, sí avanzaron que reclamarán que la misma cantidad que se va a dedicar a las ONG de ayuda a la inmigración se destine a áreas municipales de infancia, mayores y juventud. Los de Santiago Abascal confiaron en que aprueben sus peticiones, aunque Martínez-Acítores reconoció que no tienen acuerdo alguno en este sentido ni tomada una decisión sobre su postura en caso de que se rechacen sus propuesta. También la alcaldesa mostró su convencimiento en que la enmienda para recuperar esas ayudas «se aprobará» y su deseo de que prosperen las cuentas, cuyo calendario de tramitación se mantiene, con el 22 de noviembre como el día del veredicto en el pleno. Si no consigue apoyo, Ayala sí apuntó que lo intentará presentando una cuestión de confianza. «El PP en este Ayuntamiento ha venido para sumar, hacer mejor ciudad, un mejor Burgos, nunca en ningún caso para enfrentar y, por tanto, la decisión de la alcaldesa será volver atrás», defendió Ayala.
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