En plena huelga de los transportistas de butano -los paros continuarán el jueves-, hoy el precio de venta al público de la bombona de 12,5 kilogramos -la que todo el mundo conoce- se encarecerá hasta los 16,61 euros (un 4,27%) a partir de mañana. Así las cosas, el gas licuado de petróleo (GLP) envasado continúa la tendencia alcista que arrancó en septiembre con un subidón del 3,85%. Este incremento, que es en parte estacional -estamos a las puertas del invierno- y en parte debido al auge de las materias primas, afecta solo a la bombona de 12,5 kilogramos , que es la única cuyo precio no está liberalizado. Según explica la organización de consumidores OCU, 53 de los 68 millones de bombonas de butano que se consumen en nuestro país son de este tipo. Hay que recordar que es la Dirección General de Política Energética y Minas la que revisa el precio de la bombona el tercer martes de cada mes. Además de los costes de las materias primas, para hacer su cálculo el Ministerio de Transición Ecológica también se basa en los costes de los fletes y la evolución del euro frente al dólar, factores que en este caso han atemperado la subida. Los aumentos en el precio de la bombona, por cierto, están limitados al 5%, por lo que en este caso diríase que la cifra se ha acercado al tope. Cuando eso sucede, explican desde la web del Ministerio, el exceso de precio no se pierde, pues se acumula para su aplicación en posteriores revisiones. Como ya se ha dicho, este aumento de precios llega en plena huelga de las empresas que realizan el reparto de butano en España, que no realizaron el servicio el cinco y 13 de noviembre y tampoco lo harán los días 21 y 29 de noviembre y 5, 11, 17 y 23 de diciembre. El parón afecta a los seis millones de hogares que reciben una bombona con regularidad en nuestro paí s, a excepción de las zonas afectadas por la DANA y centros educativos, sanitarios, de atención social, residencias de mayores, e instituciones sin ánimo de lucro, lugares en los que la organización convocante, la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (Fedglp), mantendrá el servicio. Los distribuidores protestan por los precios que perciben por su servicio, que desde Fedglp aseguran que se han mantenido estables durante años a pesar de la crisis inflacionaria y de los aumentos en los precios de los combustibles y los costos laborales. En este contexto, asegura Fedglp, el negocio se ha tornado «insostenible».
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