El primer desaparecido de la DANA en Valencia: José, el camionero a punto de jubilarse que paró en el camino porque llovía demasiado

José residía en Valencia, pero tenía sus raíces en Cuenca. A punto de jubilarse, la mitad de sus 64 años habían transcurrido en los innumerables kilómetros que había hecho por carretera con su camión . El martes pasado se le perdió la pista cerca del barranco de Benimodo, cuando intentaba llegar a un vivero de l'Alcúdia. A la una de la tarde, agentes de la Guardia Civil y el empresario que lo esperaba en la localidad valenciana encontraron en buen estado su vehículo, de color blanco, en esta zona de caminos rurales. No había rastro de su único ocupante . Para entonces, el helicóptero del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ya había rescatado a varios conductores atrapados en carreteras de la comarca de la Ribera Alta. Las lluvias torrenciales se estaban cebando con esta zona, inundando viviendas y calles y desbordando barrancos, desde primera hora de la mañana. Muchos municipios habían suspendido las clases para evitar desplazamientos ante la alerta meteorológica activa por la DANA , un aviso naranja que con el transcurso de la jornada pasaría a rojo. La catástrofe estaba en marcha y José Hernáiz Montoro, miembro de una familia de camioneros y conductor experimentado , ya la había visto venir. Alrededor de las nueve de la mañana, había advertido por teléfono al responsable del vivero al que se dirigía de que era peligroso continuar su trayecto por el caudal que llevaba el río Magro y había hecho un alto en el camino. Este le aconsejó que pidiera ayuda al 112 si se veía en apuros. Tras esa última comunicación, ya nadie pudo volver a contactar con él. El dispositivo de búsqueda activado, al que se sumaron los bomberos, no dio sus frutos. La familia de José hizo un llamamiento en redes sociales y en los medios de comunicación para intentar encontrarle, ante la hipótesis de que hubiera abandonado el camión para evitar un accidente y se hubiera refugiado del temporal en algún sitio. Había esperanza: a la cabina no había llegado a entrar agua . Tras cinco días de angustia, el cuerpo sin vida de José fue localizado a unos 300 metros del vehículo que era su herramienta de trabajo, en el límite del término de l'Alcúdia con el de Guadassuar. Su fallecimiento ha causado una gran conmoción en San Lorenzo de la Parrilla, la localidad que le vio nacer y se ha mantenido en vilo esperando buenas noticias. En la calle principal de esta pequeña población conquense de 1.100 habitantes residió durante tres décadas, antes de marcharse por trabajo a Valencia junto a su mujer y sus dos hijos. Allí, donde seguía manteniendo muchos amigos, regresaba varias veces al año, cuentan a ABC sus vecinos, a los que la familia ha agradecido las muestras de cariño. Con ellos seguían compartiendo los días de fiesta en el pueblo. José, que tantas veces había tenido que lidiar con tormentas, granizo y hasta hielo , se convirtió en el primer desaparecido de un temporal histórico que los valencianos no olvidarán nunca. Su historia es también la de centenares de víctimas mortales de una tragedia que nadie frenó a tiempo y tantas vidas ha truncado. Por desgracia, la lista que inició este hombre bueno y trabajador, como lo recuerda su entorno, todavía no se ha cerrado.

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