La declaración del principal acusado del crimen de Samuel Luiz apenas duró diez minutos. Se negó a contestar a las preguntas de las acusaciones y de los abogados de sus cuatro compañeros de banquillo. Sólo quiso contestar a su letrado. Y en un interrogatorio exprés, salpicado por algunas lágrimas, pidió perdón a la familia de la víctima: «Yo lo que quiero es pedir perdón a la familia de Samuel y a todo el mundo. Si yo no hubiese empezado, nada de esto hubiera pasado. Y él todavía estaría vivo».
abc.es